El Sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a niños, aunque puede presentarse en personas de cualquier edad. El virus que la causa se propaga a través de gotas que se liberan cuando una persona infectada tose, estornuda o habla.
A pesar de los esfuerzos de erradicación, se han confirmado varios casos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lo que ha encendido las alarmas en el sistema de salud pública.
Hasta el 23 de febrero, se han confirmado cuatro casos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El último de ellos, reportado el 21 de febrero, corresponde a una adolescente de 18 años que presentó fiebre y conjuntivitis, síntomas característicos de la enfermedad.
¿Qué es el Sarampión?
El Sarampión es una enfermedad viral aguda y altamente contagiosa causada por un virus de la familia Paramyxoviridae. Se transmite principalmente a través de las gotículas respiratorias expulsadas al toser o estornudar.
El virus puede permanecer activo en el aire o en superficies infectadas durante varias horas, lo que facilita su propagación en entornos con alta densidad de personas.
Síntomas del Sarampión
Los síntomas del Sarampión suelen aparecer entre siete y 14 días después de la exposición al virus. Los signos y síntomas más comunes incluyen:
- Fiebre alta, a menudo superior a 38.5°C
- Tos seca
- Congestión nasal
- Conjuntivitis (inflamación y enrojecimiento de los ojos)
- Manchas de Koplik, pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas, que aparecen en las etapas iniciales
- Erupción cutánea, sarpullido rojo que generalmente comienza en la cara y se extiende al resto del cuerpo
Es fundamental reconocer estos síntomas tempranamente para buscar atención médica adecuada y evitar la propagación del virus.
Complicaciones asociadas
Aunque el Sarampión suele ser autolimitado, puede provocar complicaciones graves, especialmente en niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios debilitados. Entre las complicaciones más comunes se encuentran:
- Infecciones del oído
- Neumonía
- Encefalitis, una inflamación del cerebro que puede causar convulsiones y daño neurológico
- Diarrea severa
Estas complicaciones pueden requerir hospitalización e, incluso, pueden ser mortales.
¿Cómo prevenir el Sarampión?
La prevención del Sarampión se basa en dos pilares fundamentales: la vacunación y las medidas de control de infecciones.
Vacunación
La vacuna triple viral (MMR), que protege contra el Sarampión, las Paperas y la Rubéola, es la herramienta más eficaz para prevenir el Sarampión. En Argentina, el Calendario Nacional de Vacunación establece:
- Primera dosis a los 12 meses de edad
- Segunda dosis a los cinco años
Además, se recomienda que todas las personas mayores de cinco años, adolescentes y adultos mayores acrediten al menos dos dosis de la vacuna con componente contra el Sarampión y la Rubéola, aplicadas después del año de vida, o cuenten con serología IgG positiva para Sarampión y Rubéola.
La vacuna es segura y altamente efectiva. Dos dosis proporcionan una protección del 97% contra el Sarampión. Es crucial mantener altas tasas de cobertura vacunal para garantizar la inmunidad colectiva y prevenir brotes.
Medidas adicionales de prevención
Además de la vacunación, se aconseja:
- Higiene respiratoria: cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar
- Lavado frecuente de manos: con agua y jabón o soluciones a base de alcohol
- Evitar el contacto cercano: con personas que presenten síntomas compatibles con el Sarampión
- Ventilación adecuada: de espacios cerrados para reducir la concentración de partículas virales en el aire
Importancia de la vacunación
La vacunación no solo protege al individuo que la recibe, sino que también contribuye a la protección de la comunidad en general, especialmente a aquellos que no pueden vacunarse por razones médicas, como los bebés menores de un año o personas inmunocomprometidas. Esto se conoce como inmunidad colectiva o de rebaño.
Sin embargo, para que esta protección sea efectiva, se requiere que al menos el 95% de la población esté vacunada. Cuando la cobertura vacunal cae por debajo de este umbral, el virus encuentra oportunidad para propagarse, como ha ocurrido recientemente en Argentina y otros países de la región.
¿Qué hacer ante un caso sospechoso de Sarampión?
Si una persona presenta síntomas compatibles con Sarampión, es fundamental actuar con rapidez para evitar la propagación del virus:
- Aislamiento inmediato: el paciente debe permanecer en casa y evitar el contacto con otras personas, especialmente con bebés, embarazadas y personas inmunosuprimidas
- Consulta médica urgente: es necesario acudir a un centro de salud para confirmar el diagnóstico y recibir las indicaciones correspondientes
- Revisión del estado de vacunación: en caso de contacto con un paciente con Sarampión, es importante verificar si se ha recibido la vacuna y, de ser necesario, aplicar una dosis de refuerzo dentro de las primeras 72 horas.
El reciente aumento de casos de Sarampión en Argentina y otras regiones de América es una señal de alerta que subraya la importancia de la vacunación y la vigilancia epidemiológica. La prevención mediante la inmunización sigue siendo la herramienta más eficaz para evitar brotes y proteger a las poblaciones más vulnerables.
Es fundamental que las familias mantengan al día el esquema de vacunación de sus hijos y que los adultos verifiquen su estado inmunológico. Solo con una alta cobertura vacunal podemos prevenir el resurgimiento del Sarampión y garantizar la salud de la comunidad.
Ante algún síntoma o sospecha de exposición al virus, es importante acudir con un especialista en Pediatría o Medicina General para recibir un diagnóstico adecuado.