¿Qué es la Cirugía de Catarata y Presbicia?
La Cirugía de Catarata consiste en remover el cristalino natural del ojo que se ha vuelto opaco con el tiempo, mientras que la Cirugía para la Presbicia busca corregir la dificultad para enfocar objetos cercanos, que aparece típicamente después de los 40 años.
Hoy en día, es posible tratar ambas condiciones al mismo tiempo mediante la Implantación de Lentes Intraoculares Multifocales o Tóricos, lo que permite recuperar una visión funcional tanto de lejos como de cerca.
¿Por qué se realiza?
La cirugía se recomienda cuando la visión disminuye significativamente debido a:
- Catarata: opacidad del cristalino que provoca visión borrosa, pérdida de contraste, deslumbramiento y dificultad para realizar tareas cotidianas
- Presbicia: pérdida de la capacidad de enfocar objetos cercanos, que obliga al uso constante de lentes para leer o trabajar
Además de mejorar la visión, esta cirugía puede reducir o eliminar la dependencia de gafas o lentes de contacto, lo que mejora la calidad de vida y la autonomía del paciente.
¿En qué consiste el procedimiento?
La cirugía es ambulatoria, rápida y segura, y suele durar entre 15 y 30 minutos por ojo. El procedimiento básico incluye:
- Anestesia local en gotas, sin necesidad de hospitalización
- Facoemulsificación: una técnica que emplea ultrasonido para disolver la Catarata
- Extracción del cristalino dañado
- Implante de un Lente Intraocular (LIO), que puede ser: Monofocal, Multifocal, Trifocal o Tórico
Preparación para el procedimiento
Antes de la cirugía, se realizan varios estudios y preparativos:
- Evaluación oftalmológica completa: incluye medición de la agudeza visual, fondo de ojo y biometría ocular
- Detección de enfermedades previas: como Glaucoma, Diabetes o Degeneración Macular
- Indicaciones preoperatorias: se puede recomendar suspender algunos medicamentos y aplicar colirios antibióticos o antiinflamatorios
- Ayuno ligero: dependiendo de las indicaciones del especialista
Cuidados tras la intervención
El posoperatorio suele ser sencillo, pero requiere seguir indicaciones específicas para asegurar una recuperación óptima:
- Aplicación de colirios antibióticos y antiinflamatorios según receta médica
- Uso de gafas de protección solar durante el día
- Evitar frotarse los ojos, levantar peso o realizar ejercicio intenso durante los primeros días
- No exponerse al agua directamente (como en albercas o baños prolongados) durante al menos una semana
- Asistir a las consultas de seguimiento para monitorear la recuperación
La mayoría de los pacientes reportan mejora significativa en la visión a las 24-48 horas, y la recuperación completa puede tomar de 2 a 4 semanas.