

Tratamiento artrosis de rodilla sin cirugía
Se han producido grandes avances en la especialidad de traumatología y, más concretamente en los problemas de rodilla, que permiten tratar la artrosis de rodilla sin someterse a cirugía. El uso de los...
La Artrosis de Rodilla es una enfermedad articular que consiste principalmente en el desgarro del cartílago articular, que puede ser progresivo. Esta patología puede afectar a cualquier articulación, pero normalmente afecta a la Columna Vertebral, Manos, Rodillas y Caderas.
Como tal, la enfermedad no es una patología exclusiva de la vejez, sino que cualquier persona puede padecerla. No obstante, su frecuencia de afectados aumenta con la edad, aunque es más común en mujeres y en personas genéticamente predispuestas. Pese a que muchos de estos factores no son modificables, es posible evitar su aparición y progresión.
Existen dos tipos de Artrosis de Rodilla: la Artrosis de Rodilla Primaria, relacionada con el envejecimiento; y la Artrosis Secundaria, que se da tras una lesión previa como una Fractura, y que afecta a personas con altos niveles de actividad física y obesas.
Aunque en general la Artrosis no se trata de una enfermedad grave, sí que puede minar poco a poco la calidad de vida de aquellos afectados, dependiendo mucho su pronóstico en función de cuál sea la patología afecta y su evolución.
Es importante un diagnóstico temprano, ya que éste junto con las medidas de prevención articular puede contribuir a ralentizar su evolución y desarrollo.
El Dolor y la falta de movilidad son los principales factores que tienen incidencia en la calidad de vida del paciente, haciendo que esta disminuya.
La enfermedad afecta en mayor proporción a las personas con edades que superan los 50/60 años, esto puede hacer que en este grupo de gente aumente el sedentarismo, fomentándose Obesidad y la aparición de factores de riesgo de enfermedades como el Colesterol, la Hipertensión o la Diabetes entre otras.
Los signos y manifestaciones de la Artrosis son variadas, progresivas y aparecen en espaciadas en el tiempo.
El síntoma más habitual es el Dolor Articular, así como una limitación en los movimientos articulares, que están acompañados de crujidos y en ocasiones del llamado derrame articular. Se dan casos en los que personas presentan rigidez y alguna deformidad articular.
El síntoma más preocupante es el dolor. En el primer estadio de la enfermedad, éste aparece cuando se mueve o se trata de hacer un esfuerzo con la articulación afectada, cesando con el reposo. No obstante, el desarrollo de la enfermedad hace que el dolor aparezca tanto cuando se realiza el movimiento como cuando se reposa.
Una de las partes positivas del Dolor Articular es que no es constante, por lo que el paciente puede estar largos periodos de tiempo sin sufrir Dolor, aunque esto no significa que mientras tanto la enfermedad siga evolucionando.
El diagnóstico de la artrosis se lleva a cabo de forma compleja. En primer lugar, cabe destacar que el diagnóstico no se puede hacer a través de una Radiografía, sino que habría que realizar una buena historia clínica y una exploración física.
En los casos en los que el paciente presenta una hinchazón en la Rodilla, el especialista puede decidir extraer líquido articular para analizarlo y confirmar el diagnóstico.
A parte de las Radiografías, el TAC o la Resonancia Magnética pueden ser pruebas complementarias para diagnosticar la Artrosis.
Inflamación en Rodilla causada por Artrosis.
La o las causas de la Artrosis son todavía desconocidas a día de hoy. No obstante, existen una serie de factores de riesgo que se asocian con su aparición:
La principal medida para tratar de prevenir la aparición de la Artrosis es sencilla: llevar una dieta sana y equilibrada, como bien podría ser la dieta mediterránea, así como la práctica regular y moderada de actividades físicas acordes a la edad y al estado físico de la persona.
Es recomendable limitar el esfuerzo físico intenso, como levantar o cargar objetos pesados.
Deportes de contacto como el fútbol o el rugby no están recomendadas para personas afectadas por artrosis, ya que pueden desencadenar la enfermedad, siendo los futbolistas uno de los colectivos afectados por esta enfermedad debido a las frecuentes Lesiones de Menisco.
El principal objetivo del tratamiento de la Artrosis es mejorar el dolor y la incapacidad funcional sin generar efectos secundarios que puedan afectar al paciente. El primer paso es la concienciación, ya que evitar los factores de riesgo es fundamental para evitarla o para ayudar a que los efectos sean lo menos invalidantes posibles. A su vez, el paciente tendrá una tabla de ejercicios personalizada y adaptada que deberá realizar con el Fisioterapeuta para mejorar su enfermedad.
A la hora de tratar la Artrosis de Rodilla, el paciente tiene diversas opciones, ya que existen diversas especialidades capaces de tratar la Artrosis de Rodilla, como bien podrían ser los Traumatólogos, Reumatólogos, Fisioterapeutas, especialistas en Medicina Regenerativa.
No obstante, a la hora de diagnosticar, cabe destacar que el Traumatólogo es el especialista en los huesos y el Reumatólogo el especialista en el aparato locomotor, por lo que es el especialista que debe tratar la Artritis en primera instancia.