Esquizofrenia, síntomas y tratamientos

Esquizofrenia, síntomas y tratamientos

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 17/05/2019

La esquizofrenia es un trastorno de la mente del tipo psicótico. Se trata de un desorden cerebral que afecta el pensamiento, la percepción, la voluntad o las emociones.

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Esquizofrenia, ¿quién la puede padecer?

La esquizofrenia se presenta de igual modo en hombres que en mujeres, por lo que cualquier persona podría padecerla. Por lo general, se desarrolla en la adolescencia o a principios de la adultez. En el caso de las mujeres, suele aparecer más tarde y suele presentarse más leve. La esquizofrenia en niños es poco común y puede ser difícil de diferenciarla de otros problemas de desarrollo. Aun así, por lo normal, la esquizofrenia no se desarrolla antes de los 5 años.

 

Síntomas de la esquizofrenia

Las personas afectadas de esquizofrenia manifiestan pérdida de contacto con la realidad, experimentan alucinaciones y delirios y sus emociones se ven afectadas con la pérdida de hábitos e interés, aislamiento social, ansiedad, depresión e incluso pensamientos o comportamientos suicidas. La esquizofrenia es una enfermedad muy compleja que puede tener diversas evoluciones, hasta la remisión total. Durante el desarrollo de esta patología, son comunes las fases de remisión alternadas con fases de exacerbación en el paciente.

 

Tratamientos de la esquizofrenia

Por un lado, los antipsicóticos son la medicación principal, ya que disminuyen los síntomas y previenen recaídas. Se utilizan otras medicaciones para estabilizar el estado de ánimo y corregir efectos adversos. Es importante investigar y conocer los aspectos de vulnerabilidad personal que provocan ciertos cambios de conducta.

En psiquiatría, con la Psicoterapia se podrán trabajar los factores desencadenantes y reducir la vulnerabilidad de la persona ante situaciones de estrés, reforzando su adaptación y funcionamiento social, procurando conseguir la mejor calidad de vida posible. El avance de estas técnicas individuales, grupales y familiares y de la psicofarmacología han ido mejorando el pronóstico de esta enfermedad aumentando la autonomía y mejorando la calidad de vida.