La Resonancia Magnética es la mejor herramienta para diagnosticar Tumores Cerebrales, permitiendo una visualización precisa.
Los Tumores Cerebrales se dividen en dos tipos principales: los que se encuentran dentro del cerebro y los que están fuera de él.
Entre los más comunes dentro del cerebro están las Metástasis Cerebrales, originadas en otras áreas como el pulmón, el Cáncer de Mama o el de Colon. Los Tumores primarios del cerebro, conocidos como gliomas, se originan en células de la glía y pueden ser de alto o bajo grado.
Fuera del cerebro, los Tumores pueden surgir de las membranas que lo recubren, conocidas como meninges, y se denominan meningiomas. También pueden originarse en los nervios, como los schwannomas, que a menudo aparecen en el conducto auditivo interno. Otros tumores pueden derivarse del hueso que recubre el cráneo o del nervio olfatorio.
¿Cómo se lleva a cabo el diagnóstico y la localización de los Tumores?
La Resonancia Magnética es la mejor herramienta para diagnosticar Tumores Cerebrales, permitiendo una visualización precisa.
Si bien algunos Tumores benignos pueden controlarse con seguimiento, otros, especialmente los malignos o grandes, requieren cirugía para extirparlos y, en algunos casos, Radioterapia y Quimioterapia.
La localización de los Tumores Cerebrales puede presentar desafíos, especialmente si afectan áreas importantes como el lenguaje o la memoria. La cirugía en la base del cráneo puede ser especialmente complicada y requiere un acceso prolongado, la coordinación entre diferentes especialistas es fundamental para determinar el mejor enfoque quirúrgico y de tratamiento.
Trabajo integral entre especialistas
Los equipos de Neurooncología, que incluyen:
- Oncólogos
- Neurocirujanos
- Patólogos
- Radioterapeutas
- Especialistas en imágenes
Toman decisiones cruciales sobre el tratamiento.
El análisis histológico del Tumor guía el pronóstico y el tratamiento posterior, con el objetivo de realizar resecciones completas y minimizar los déficits neurológicos postoperatorios.
Manejo del tratamiento antes y después de la cirugía
La comunicación clara y continua con el paciente y su familia es esencial para reducir la Ansiedad y mejorar la recuperación. Se realizan resonancias frecuentes después de la cirugía para controlar la enfermedad. La educación sobre la enfermedad y el tratamiento es fundamental para empoderar al paciente y su familia en el proceso.
La Radioterapia Intraoperatoria y los avances en microscopios quirúrgicos permiten una mejor precisión en las resecciones tumorales. La identificación de biomarcadores genéticos y el desarrollo de terapias dirigidas abren nuevas posibilidades de tratamiento, como la Inmunoterapia y la Terapia Génica.