Todo lo que hay que saber de la rinoplastia
La rinoplastia consiste en la remodelación de los cartílagos y los huesos de la nariz.
Por debajo de la piel de la nariz tenemos los cartílagos alares y triangulares que, junto con los huesos nasales propios, son los que forman el andamiaje nasal, responsable de la forma en particular de cada una de nuestras narices. Por ello, mediante una seria de incisiones por dentro de la nariz, en su mucosa, podremos acceder a estas estructuras cartilaginosas y óseas modificándolas, bien sea cortándolas, reposicionándolas, reforzándolas…
Objetivo de la rinoplastia
El objetivo de la rinoplastia puede ser doble: o estético o funcional, es decir, podremos realizar una rinoplastia con el objetivo de mejorar la estética o el aspecto de una nariz o con el de mejorar su función respiratoria. De la misma manera, se podrá realizar esta intervención con el objetivo de mejorar tanto la estética como la función respiratoria.
Riesgos de la rinoplastia
El riesgo fundamental de una rinoplastia es que ésta no se realice apropiadamente. Si se realiza por un cirujano facial que maneje correctamente esta estructura facial los riesgos son mínimos.
Asimismo, la complicación fundamental tras una rinoplastia es la sobrerresección de sus estructuras, es decir, que se quite demasiado cartílago o hueso, ya que le habremos quitado soporte a esta nariz y con total seguridad se hundirá con el paso de los años, siendo cada vez más evidente que esta nariz fue operada.
Preparación para la rinoplastia
La preparación fundamental es el análisis del andamiaje de la nariz mediante la medida de sus estructuras y fotografías. Si además se hace con un objetivo funcional, lo que habrá que determinar es cómo se encuentran sus estructuras internas, tabique y cornetes, para lo que se puede optar por la visión directa mediante rinoscopio, una endoscopia nasal o un TAC.
Además de esto habrá que realizarse una analítica, estudio de coagulación y un electrocardiograma para confirmar que el estado general del paciente es el óptimo para ser intervenido.
Postoperatorio de la rinoplastia
El postoperatorio de la rinoplastia no es doloroso, hecho importante a recalcar, pero sí que es incómodo, puesto que habrá que llevar una férula nasal en el dorso y unos tapones nasales durante 1-2 días. En cualquier caso, esta incomodidad es bien soportable, nunca exagerada.