Todo lo que debes saber sobre los tapones de cera
El cerumen es el producto de secreción de una glándulas apocrinas denominadas ceruminosas y localizadas en el tercio externo del conducto auditivo externo (CAE) mezclada con restos de descamación epitelial. Todo esto forma un producto amarillo-marrón de consistencia cérea y tacto untuoso.
El cerumen tiene una capacidad defensiva para el oído externo y para el oído medio y tiene actividad antimicrobiana, de manera que la presencia de cerumen protege de infecciones y de entrada de cuerpos extraños al conducto auditivo.
La expresión máxima de cúmulo de cerumen en el conducto auditivo externo es un tapón de cerumen. Los hay de tres tipos:
- Epiteliales
- Ceruminosos
- Mixtos (los más frecuentes)
Causas de los tapones de cera
Hay dos causas principales de los tapones de cera:
- Exceso de producción de cera: suele deberse a la irritación del CAE por agentes mecánicos (rascado con instrumentos punzantes) o químicos (lacas, gel , champú)
- Efecto de eliminación: alteración del mecanismo de autolimpieza al utilizar instrumentos para limpieza del oído como el temido bastoncillo.
Síntomas de los tapones de cera
Los síntomas más frecuentes son:
- Sensación de taponamiento del oído e hipoacusia (baja audición)
- Dolor - Parestesias
- Acúfenos
- Vértigo
- Sensación de autofonía (resonancia de la propia voz)
- En pacientes portadores de audífonos, es muy frecuente el efecto Larsen (molesto silbido originado en el audífono)
Cómo quitar los tapones de cera
Clásicamente se quitaban los tapones mediante una jeringa de Lombard (jeringa metálica) y agua templada. Esta técnica que puede ser segura y rápida en manos expertas, pero no exenta de complicaciones como la perforación timpánica. Por este motivo, los mejores médicos especialistas en Otorrinolaringología recomiendan la extracción del tapón de cerumen con un microinstrumetal o un microaspirador bajo visión con microscopio de exploración.
Prevención de los tapones de cera
La presencia de cerumen, lejos de considerarse un signo de mala higiene, ha de verse como una señal inequívoca de buena salud en los oídos. En condiciones normales, la secreción ceruminosa es arrastrada hacia el exterior por una corriente epitelial, que proviene de la membrana timpánica. Esta corriente es involuntaria, automática y constituye nuestro mecanismo de autolimpieza. Por lo tanto, la mejor forma de prevenirlos es evitar la manipulación del CAE, es decir, evitar limpiar el oído.