Terapia biológica en la sobrecarga articular

Terapia biológica en la sobrecarga articular

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 13/10/2018

Las articulaciones de las extremidades son estructuras que se ven sometidas a un trabajo constante, principalmente los hombros, cadera, rodillas, muñecas, tobillos y pies.

El organismo dispone de recursos para reparar las microlesiones y desgaste a la que se ven sometidas; sin embargo bien porque la actividad física sobrepasa la capacidad de reparación o bien por lesiones traumáticas graves o enfermedades generales aparece el dolor, la inflamación y la rigidez en las articulaciones.

 

¿En qué consiste el tratamiento para la sobrecarga en articulaciones?

El tratamiento biológico en traumatología emplea las células y proteínas reparadoras que tenemos en nuestro organismo, ya sea en médula ósea o en sangre, con el objetivo de reparar de una manera natural y fisiológica las lesiones por sobrecarga o traumáticas del aparato locomotor.

Estará indicada por tanto en aquellas lesiones inducidas por:

  • Traumatismos en huesos, articulaciones, tendones y ligamentos, lesiones musculares; que o bien no responden al tratamiento convencional o en donde buscamos una aceleración en la recuperación para reincorporarnos precozmente a las actividades sociales o laborales.
     
  • Sobrecarga de cartílagos: edemas, fisuras o ulceras de la rodilla, cadera, rodilla, tobillo. - Roturas fibrilares de músculos.
     
  • Tendinitis en hombro, aductores, bíceps.
     

El tratamiento convencional mediante reposo, antiinflamatorios y analgésicos busca la desaparición del dolor, pero no actúa en el origen de la enfermedad. El tratamiento con células madre o mediadores estimuladores del crecimiento se dirige al crecimiento y reparación de los tejidos dañados o destruidos. Es por tanto una terapia curativa.

¿Qué ventajas tiene este tratamiento sobre las articulaciones?

La principal ventaja es que el especialista en Traumatología emplea medios de reparación naturales, concentrándolos en altas dosis y aportándolos en el momento adecuado en un orden que simula los fenómenos reparativos naturales.

Las sustancias empleadas provienen del propio paciente por lo que no pueden existir rechazos o reacciones secundarias nocivas como lesiones gástricas o disfunciones en corazón, hígado o riñones. No interactuan con otros tratamientos que el paciente esté tomando ni interfieren en otras enfermedades como diabetes, hipertensión arterial, hipercolesterolemia.

 

¿Qué resultados aporta el tratamiento a las articulaciones?

Los resultados aparecen a corto plazo, entre dos y cinco días, y conforme los fenómenos reparativos que se han provocado van generándose, los beneficios se incrementan. El objetivo es la reparación integral de las lesiones. Esto será posible si el origen de la lesión ha sido traumática.

En caso de existir otras causas que hayan colaborado en la formación de lesiones, tales como malformaciones anatómicas, diabetes, insuficiencia arterial o actividades físicas de alta exigencia, es de prever que en un plazo de doce meses las molestias reaparezcan. Es en este periodo de tiempo cuando se debe trabajar para minimizar el impacto de estas causas sobre el cartílago, hueso y tendones.

En caso de recaída y al tratarse de un procedimiento fisiológico el tratamiento puede repetirse las veces que sean necesarias. Nunca existirá la sobredosificación ni el cuerpo se hará resistente a un proceso curativo que nace del propio cuerpo. Las células y factores empleados se renuevan automáticamente a los pocos días de haber sido extraídos sin dejar ningún tipo de déficit.