Novedosa técnica para pacientes con cardiopatías que evita tomar anticoagulantes

Novedosa técnica para pacientes con cardiopatías que evita tomar anticoagulantes

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 25/05/2019

Los pacientes con patologías del corazón pueden beneficiarse de una novedosa técnica que evita tener que tomar anticoagulantes. Consiste en el uso de un conducto valvulado con forma anatómica de la raíz aórtica normal, suturado a una prótesis biológica sin soporte. La técnica evita la posibilidad de una reintervención en un plazo aproximado de 15 años.

La técnica con prótesis biológica y quién puede someterse a la operación

Se trata de una técnica novedosa de la que ya se han beneficiado 35 enfermos con patología valvular aórtica, y que evita a los pacientes tener que tomar anticoagulantes de por vida, tras una intervención de corazón. 

Este paso adelante en la práctica quirúrgica se aplica en pacientes que requieren una sustitución de la válvula y la raíz aórtica. En este sentido, puede emplearse en las siguientes situaciones, entre otras:

- insuficiencia aórtica o defecto del cierre de la válvula
- disección o desgarro en la pared de la aorta ascendente
- estenosis o estrechamiento anormal del orificio de la válvula

La clave de lo novedoso de la técnica reside en el tipo de prótesis y el modo de implantación en el paciente. Así, la técnica consiste en la utilización de un conducto valvulado con forma de raíz aórtica normal. Dicho conducto se crea en el mismo quirófano, suturando al mismo una prótesis biológica sin soporte. En el hecho de que la prótesis sea biológica y anatómicamente muy similar a la válvula nativa radican las ventajas de la técnica, ya que ello permite mayor elasticidad, mejor comportamiento hemodinámico y evitar problemas relacionados con los dispositivos de carácter mecánico.

 

Ventajas e inconvenientes de la técnica cardíaca

El objetivo de los expertos en Cirugía cardíaca es mejorar las condiciones de vida de los pacientes con cardiopatías. 

La mayor ventaja que ofrece la técnica, ante determinados casos de operación de corazón, es que los pacientes no requieran someterse a tratamientos con medicación anticoagulante tras la intervención, algo que, hasta ahora, debían tomar para siempre. De esta forma los pacientes con cardiopatías quedan liberados de algunos riesgos que comporta este tipo de medicación.

Asimismo, como la bioprótesis sin soporte tiene mejores características hemodinámicas, permite una mejor calidad de vida al paciente, pudiendo incluso practicar deportes de esfuerzo. La bioprótesis es de alta durabilidad, aislando en la mayor parte de los casos la posibilidad de que el enfermo, con el tiempo, deba someterse de nuevo a otra operación, por el hecho de que el dispositivo implantado se haya corrompido o estropeado. Es más, el 100% de los pacientes no necesita reintervención a los 10 años de la operación, y el 83% de enfermos con cardiopatías no requiere volver a quirófano después de 15 años. 

No obstante, no deja de ser una intervención de corazón con cierta dificultad técnica que requiere una amplia experiencia por parte del cirujano, y ahí reside el mayor inconveniente de esta cirugía. 
La intervención y el postoperatorio


Se trata de una intervención quirúrgica de unas tres horas y media de duración, tras la cual el paciente requerirá una estancia de 48 horas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y, posteriormente, cinco días de hospitalización. Si todo evoluciona de favorablemente, el paciente recibirá el alta médica en dicho plazo.  

La calidad de vida transcurridos unos dos meses tras la intervención es equiparable a la de una persona con su válvula nativa.