Los implantes cigomáticos
Los implantes cigomáticos son una técnica para la rehabilitación del maxilar superior atrófico, es decir, el maxilar superior en el que existe muy poco hueso, con altura o anchura insuficiente. Suponen una excelente alternativa en el tratamiento de pacientes desdentados.
Posibles causas de una atrofia del hueso maxilar superior
El hueso edéntulo que no recibe señal de carga (a través del diente o implante), se reabsorbe de forma continua a lo largo del tiempo.
El edentulismo de larga evolución, el uso de dentaduras, las extracciones dentales complejas y la periodontitis (una enfermedad de las encías) pueden producir esta pérdida del hueso maxilar.
La periodontitis lleva a la pérdida de la encía y al hueso de soporte de los dientes, que por lo tanto mueven hasta caerse y generar esta atrofia maxilar.
Por otro lado, las dentaduras de quita y pon traumatizan el hueso, que, además, no trabaja y acaba desapareciendo.
Diferencia con los implantes convencionales
A diferencia de los implantes convencionales, los implantes cigomáticos son más largos y robustos, para poder anclarse en el hueso malar (cigomático). Al ser éste un hueso muy duro y cortical, no es necesaria la colocación de injertos óseos de otras partes del cuerpo.
Esta cirugía se realiza en quirófano, ya sea bajo sedación o anestesia general. Por supuesto, deben ser realizados por un cirujano maxilofacial.
Ventajas de los implantes cigomáticos
La principal ventaja de los implantes cigomáticos, es que obviamos las cirugías de injertos, y el tiempo del tratamiento se acorta radicalmente. En caso de ausencia de hueso maxilar, colocamos los implantes cigomáticos y, al cabo de una semana aproximadamente, ya se pueden fijar en ellos las coronas para recuperar la función masticatoria y estética de los dientes perdidos.
Todo esto redunda en la comodidad para el paciente, pues ahorramos cirugías y acortamos el tiempo, incluso en el postoperatorio. A su vez, ahorramos el gasto económico que se deriva de todos estos procedimiento.