La hidrocefalia, una cuestión de tiempo

La hidrocefalia, una cuestión de tiempo

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 04/06/2019

La hidrocefalia es un trastorno del líquido cefalorraquídeo que puede acarrear graves consecuencias de no tratarse a tiempo y adecuadamente. El líquido cefalorraquídeo (LCR) se encuentra en el interior del cerebro, en unas cavidades denominadas ventrículos así como rodeando al mismo, en el llamado espacio subaracnoideo.

 

Líquido cefalorraquídeo

HidrocefaliaAl día producimos alrededor de 500 ml de líquido cefalorraquídeo en los ventrículos laterales, situados a ambos lados de la línea media del cerebro. De ahí pasan a un tercer ventrículo central a través de unos orificios denominados agujeros de Monro. Desde éste pasa al cuarto ventrículo, localizado en el interior del cerebelo a través de un fino conducto denominado acueducto de Silvio y, finalmente, desde este ventrículo circula al espacio subaracnoideo desde donde se reabsorbe y vuelve a la sangre.

Cualquier proceso que obstruya la libre circulación de este líquido o dificulte su reabsorción, produce un aumento del mismo en el cerebro denominado hidrocefalia (obstructiva o arreabsortiva respectivamente). Tumores localizados en los ventrículos o en las proximidades de los lugares de paso más estrechos provocan hidrocefalias obstructivas, así como estrechamientos congénitos del acueducto de Silvio.

 

Síntomas de la hidrocefalia

En Neurocirugía comprendemos distintos síntomas de la hidrocefalia que varían según la edad del paciente y de si el aumento del LCR es rápido (agudo) o lento (crónico):

  • En lactantes en los que no se han cerrado aún los huesos del cráneo, se produce un aumento del tamaño de la cabeza, así como tensión en las fontanelas. Si no se corrige, se pueden producir daños neurológicos irreversibles.
  • La hidrocefalia aguda es una urgencia neuroquirúrgica. Suele iniciarse con cefalea que va aumentando de forma progresiva, acompañada generalmente de náuseas y vómitos. Si no se corrige produce un descenso del nivel de conciencia que puede llegar al coma. De forma mantenida también puede provocar inflamaciones en los nervios ópticos (edema de papila o papiledema) que conduzcan a la ceguera.
  • La hidrocefalia crónica puede cursar sin dolor de cabeza y a veces es difícil de diagnosticar. En niños se pueden manifestar por retrasos escolares o deterioro visual. En el adulto se manifiesta con un cuadro de demencia al que se asocia inestabilidad al andar e incontinencia de esfínteres, la llamada hidrocefalia crónica del adulto.

 

Diagnóstico y tratamiento de la hidrocefalia

El diagnóstico de la hidrocefalia se realiza mediante pruebas de imagen, TAC o RMN, donde se aprecia un aumento de los ventrículos cerebrales, pero en casos de hidrocefalia crónica pueden ser precisas otro tipo de pruebas como la medición de la presión intracraneal.

El tratamiento de la hidrocefalia se basa en corregir el exceso de líquido para mantener una presión adecuada dentro del cráneo. Cuando la causa es obstructiva se puede solucionar bien eliminando dicha causa, los tumores, o bien comunicando los ventrículos con el espacio subaracnoideo mediante endoscopia a través de un pequeño orificio, ventriculostomía endoscópica. Cuando es de otro origen, se trata mediante la colocación de una derivación, un tubo asociado a una válvula de presión, desde los ventrículos a la cavidad peritoneal o, en ocasiones, al corazón.

Neurocirugía