Fijación de columna: en qué lesiones se indica y en qué consiste

Fijación de columna: en qué lesiones se indica y en qué consiste

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 04/06/2019

La fijación de la columna lumbar permite recuperar la estabilidad o corregir la alineación de las vértebras en los casos en los que exista una alteración, ya sea por procesos degenerativos, postquirúrgicos, congénitos o traumáticos.

 

En muchos casos dicha fijación se realizará por medio de tornillos transpediculares, que se insertan en las vértebras a través del pedículo (porción que une la parte anterior (cuerpo) y la posterior (arco) de la vértebra). Este trayecto permite obtener un buen punto de anclaje para poder conseguir la corrección deseada. En otros casos se asociarán cajas intersomáticas, una especie de cuñas que se colocan entre las vértebras. Estas permitirán obtener otro punto de apoyo, a la vez que dotará de mayor estabilidad a la columna. Si bien estos son los métodos más frecuentes existen otros muchos, tales como los dispositivos interespinosos, tornillos a masas laterales, tornillos laminares, entre otros.

 

Por qué se lleva a cabo la fijación de columna

El especialista en Neurocirugía indicará la fijación de columna en los casos en que sea preciso corregir la curvatura de la columna (balance), en los casos en que exista una inestabilidad de la columna (desplazamiento excesivo de una vértebra respecto a la otra) o cuando preveamos una inestabilidad secundaria a una maniobra quirúrgica, tales como cirugía por estenosis de canal.

 

columna
Estructura columna vertebral

 

La fijación será la norma en la cirugía de hernia discal en la columna cervical, dado que se ha comprobado que la discectomía simple comporta la aparición de una cifosis cervical (cambio de la curvatura de la columna) en 5-10 años, la cual está asociada a un deterioro clínico.

 

Beneficios de la fijación de columna para el paciente

Los beneficios vienen dados de la recuperación de la estabilidad de la columna. La inestabilidad lumbar provoca inicialmente contracturas lumbares, pudiendo aparecer dificultades en la deambulación, en los casos más graves, en los que puede existir un atrapamiento nervioso secundario a esta inestabilidad. Respecto a la alteración del balance la situación es similar; cuando la columna trabaja en una alineación poco favorable provoca una fatiga muscular precoz que, igualmente, acaba provocando contracturas, fatiga y dolor. En los casos de discopatía avanzada precisaremos de cajas intersomáticas para recueperar la altura perdida secundariamente a la discopatía.

 

Posibles riesgos de la fijación de columna

cerebro y columna
 Cerebro y columna

El principal riesgo de la fijación de columna viene asociado de la lesión neurológica que se puede producir al insertar el material de artrodesis (fijación). Es por ello que los neurocirujanos se sirven de métodos radiológicos para controlar en todo momento la ubicación del material implantado, ya sea por medio de rayos X, TAC intraoperatorios o sistemas de neuronavegación. Igualmente también disponen de sistemas de monitorización intraoperatoria para comprobar la correcta ubicación del sistema una vez implantado. Para ellos se aplica una pequeña corriente a la fijación y, en función de la respuesta obtenida, se conocerá lo próximo que está el sistema de artrodesis de las raíces nerviosas. Habrá que tener en cuenta otras complicaciones propias de cualquier cirugía, tales como la infección o la hemorragia. Para evitarlas se establece la profilaxis antibiótica antes de la cirugía y se realiza una hemostasia cuidadosa durante la cirugía.

 

Indicaciones que debe seguir el paciente intervenido de fijación de columna

Tras la cirugía, siempre que sea posible, se establece movilización precoz. Esta deambulación inicial debe ser prudente. El objetivo durante el primer mes no es recuperar tono muscular sino dejar que la musculatura cicatrice y evitar complicaciones en el sistema de artrodesis, que pueden aparecer al someterlo a una tensión excesiva cuando aún no está integrado en el hueso. A partir de las 3-4 semanas se iniciará tratamiento rehabilitador suave que, normalmente, se prolongará durante un mes. Durante este tiempo se aconseja evitar esfuerzos físicos, especialmente cargar pesos (> de 3kg).

 

Una vez transcurrido este periodo será importante mantener un buen tono muscular, por lo que se recomienda realizar actividades físicas, evitando el impacto (correr) y la rotación (golf) y, especialmente, la combinación de los mismos (squash). Tonificar la musculatura abdominal y lumbar es de vital importancia en los pacientes que presentan patología lumbar. La musculatura son los cables que aguantan la columna y, cuanto mejor sea el tono de los mismos, menor será la carga que deben soportar las articulaciones, los huesos y los ligamentos.

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