Complicaciones y porcentaje de éxito en el trasplante de médula ósea

Complicaciones y porcentaje de éxito en el trasplante de médula ósea

Top Doctors
La redacción de Top Doctors
Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 07/06/2019

El trasplante de precursores hematopoyéticos o trasplante de médula no está exento de algunos riesgos o complicaciones para la persona con deficiencias o enfermedades hematológicas, pero no existen apenas riesgos para el donante. Los avances en hematología han hecho que las complicaciones para el receptor se hayan minimizado y el porcentaje de éxito sea mayor. De ahí que los expertos en Hematología animen a la población a donar médula ósea, ya que es la fuente de vida para muchos pacientes.

Complicaciones del trasplante de médula ósea

Los trasplantes de precursores hematopoyéticos no está exentos de efectos colaterales. Los principales, por orden de frecuencia, son: 


-    Infección
El trasplante de médula ósea, por lo general, requiere que la médula del propio beneficiario sea destruida ("mieloablación"). Antes del "injerto" los pacientes pueden pasar varias semanas sin suficiente cantidad de glóbulos blancos para ayudar a combatir las infecciones. Esto pone al paciente en riesgo elevado de infecciones, a pesar de los antibióticos. 
Los agentes inmunosupresores empleados en trasplantes alogénicos para la prevención o tratamiento de la enfermedad de injerto contra huésped aumenta aún más el riesgo de infección oportunista. Los fármacos inmunosupresores se administran durante un mínimo de 6 meses después de un trasplante, o más tiempo, si es necesario para tratar la enfermedad de injerto contra huésped. Los pacientes trasplantados pierden su inmunidad adquirida. Por esta razón, los pacientes con trasplante deben ser re-vacunados una vez que han finalizado la pauta de tratamiento inmunosupresor.


-    Hemorragia
La médula ósea produce plaquetas, que son fragmentos celulares que se pegan en regiones donde hay heridas de vasos sanguíneos, para limitar la pérdida de sangre. La destrucción de las células que producen plaquetas hace que la hemorragia severa sea más probable. Por eso, muchos pacientes requieren transfusiones de plaquetas durante los días inmediatamente posteriores al trasplante.


-    Enfermedad Veno-Oclusiva
Una lesión hepática severa puede resultar de la enfermedad veno-oclusiva (VOD). Los niveles elevados de bilirrubina, incremento de tamaño del hígado o el bazo y la retención de líquidos son características clínicas de esta enfermedad. Es propia de los trasplantes alogénicos. Se debe a una lesión celular generalizada y a la obstrucción de los senos venosos hepáticos. Los casos graves se asocian con una alta tasa de mortalidad. El tratamiento con anticoagulantes pueden ser eficaces en la reducción de la gravedad de VOD pero también puede aumentar las complicaciones hemorrágicas. Se ha demostrado que existe un medicamento que ayuda a prevenir VOD, facilitando el flujo de bilis.


-    Mucositis
Las lesiones de la mucosa de la boca o mucositis son una complicación común en los trasplantes de progenitores hematopoyéticos. Normalmente no es mortal, pero sí doloroso, y no permite comer ni beber. La mucositis es tratada con medicamentos para el dolor, además de infusiones intravenosas de fluidos para prevenir la deshidratación y la desnutrición. También se trata con láser terapia, que alivia el dolor y permite al paciente ingerir alimentos. En algunas ocasiones el frío, por el efecto vasocontrictor que produce, previene  la aparición de mucositis, por lo que a los pacientes se les aconseja comer helados de hielo.


-    Enfermedad injerto-contra-huésped
La enfermedad de injerto contra huésped (EICH) es un proceso inflamatorio  característico del trasplante alogénico. Es un ataque de las “nuevas” células inmunes de la médula ósea contra los tejidos del receptor. Esto puede ocurrir incluso si el donante y el receptor son de HLA-idéntico, ya que el sistema inmunológico todavía puede reconocer otras diferencias entre sus tejidos. Altas dosis de cortico-esteroides, como la prednisona, son el tratamiento estándar. Sin embargo, este tratamiento inmunosupresor a menudo conduce a infecciones mortales. La enfermedad de injerto contra el huésped crónica también puede desarrollarse después de un trasplante alogénico. Es la principal fuente de complicaciones finales relacionadas con el tratamiento, aunque no suele ser mortal. Además de la inflamación, puede conducir al desarrollo de la fibrosis, similar a la esclerodermia, ya que puede causar incapacidad funcional y requiere tratamiento inmunosupresor prolongado. La enfermedad injerto contra huésped suele ser mediada por las células tipo Linfocito T, que reaccionan con péptidos extraños o antígenos de diferentes tejidos del receptor.

 

Efecto injerto contra tumor

El efecto injerto contra tumor (GVT) o el efecto "injerto contra leucemia" es el aspecto beneficioso del fenómeno injerto contra huésped. Por ejemplo, los pacientes con la enfermedad injerto contra huésped agudo o en particular crónico, después de un trasplante alogénico tienden a tener un menor riesgo de recidiva del cáncer. Esto se debe a una reacción inmune terapéutica d los linfocitos T del donante contra la médula ósea enferma del receptor. 
El GVT es el principal beneficio de los trasplantes que no emplean los más altos regímenes inmunosupresores. El injerto contra tumor es principalmente beneficioso en enfermedades que evolucionan con lentitud, tales como leucemia crónica, linfoma de bajo grado y, en algunos casos, mieloma múltiple. Sin embargo, es menos eficaz en leucemias agudas, dada su rápida expansión y capacidad de crecimiento celular. Si hay recaída del cáncer después de un primer trasplante, un nuevo implante puede realizarse con la infusión al paciente con una mayor cantidad de glóbulos blancos (Linfocitos T) de la sangre proveniente de los donantes.

 

Pronóstico del trasplante de médula ósea

El pronóstico varía ampliamente dependiendo del tipo de enfermedad, el estadio, la fuente de células madre, la compatibilidad HLA y el régimen de acondicionamiento. El trasplante ofrece una posibilidad de curación o remisión a largo plazo si se logra sobrevivir a las complicaciones inherentes a la enfermedad de injerto contra huésped, tratamientos inmunosupresores y el espectro de las infecciones. En los últimos años las tasas de supervivencia han ido mejorando gradualmente. La mortalidad por trasplante alogénico se estima en torno a un 35-40%, menor para aquellos trasplantes con regímenes ablativos más suaves, también llamados mini-alotrasplantes (en torno a un 15%). La mortalidad para los trasplantes autólogos es baja, en torno a un 5% de los mismos.

 

Riesgos para el donante de progenitores hematopoyéticos

Los riesgos para el donante son mínimos, y hay que tener en cuenta que es el único trasplante que permitiría a un mismo donante hacer la donación en varias ocasiones, ya que la médula o progenitores donados se regeneran en 10-15 días. Sí que puede aparecer un leve dolor o hematoma en el lugar de la punción y a veces febrícula que responde perfectamente a antipiréticos cuando se administra el factor estimulante de colonias granulocitarias o algún citostático, para mover los progenitores hematopoyéticos a sangre periférica. 
Es por eso que los expertos en Hematología animan a toda la población a donar médula ósea o progenitores hematopoyéticos, ya que es la fuente de vida para muchos pacientes.