¿Cómo mantener unos implantes osteointegrados?
La osteointegración es un método utilizado para la rehabilitación de pacientes desdentados, ya sea total o parcialmente. La doctora Astoreca nos explica qué enfermedades periimplantarias existen y cómo evitarlas.
Durante los últimos años, se ha demostrado que la integración tisular y ósea de los implantes dentales tiene resultados satisfactorios a largo plazo.
A pesar de ello, los tejidos que soportan los implantes osteointegrados pueden sufrir diversas patologías periimplantarias:
1. Mucositis periimplantaria: son cambios inflamatorios reversibles limitados a los tejidos blandos periimplantarios de un implante en función.
2. Fallo temprano: ocurren a las semanas o pocos meses de la implantación, antes de que se produzca la osteointegración, y está causado por factores que interfieren en la cicatrización, como una contaminación bacteriana, enfermedades sistémicas, tabaquismo, una mala calidad ósea…
3. Fallo tardío: son fallos derivados de procesos patológicos que envuelven a un implante osteointegrado (como por ejemplo la periimplantitis).
Son muy similares a las lesiones periodontales asociadas a dientes y tienen relación con la higiene bucodental del paciente. Ésta tiene que ser exhaustiva mediante el uso de cepillos, seda dental e irrigadores orales.
El mejor tratamiento de la periimplantitis es su prevención. Esto se consigue siendo rigurosos en el diagnóstico y plan de tratamiento y logrando que el paciente acuda a las revisiones periódicas.
En estas revisiones se lleva a cabo un control clínico y radiológico de los implantes u se elimina la placa y sarro presentes en la cavidad oral del paciente.
Por último, es necesario controlar mediante el uso de férulas de descarga la presencia de parafunciones como el bruxismo, ya que producen sobrecarga sobre los implantes.