Cleptomanía, qué es y cómo tratarla
La cleptomanía es un trastorno psicológico de falta de control de impulsos. Se define como una conducta de repetición del hurto inútil y sin valor. Es decir, la cleptomanía es un impulso irresistible a robar aquello que no es ni esencial ni necesario.
La cleptomanía es más frecuente en mujeres y suele aparecer en la adolescencia. Las personas afectadas por este trastorno psicológico no acuden a tratamiento hasta que no pasan unos años ya sea derivados por el sistema judicial o bien para tratar otro trastorno psiquiátrico.
Los especialistas en Psiquiatría afirman que hay que diferenciar la cleptomanía de la actividad de un ladrón habitual o esporádico que tiene como objetivo ya sea robar para enriquecerse buscando el beneficio personal o bien hacer daño al propietario del objeto robado. Para el cleptómano, el momento del robo ya és en sí mismo la finalidad del acto. No persigue un enriquecimiento personal ni el perjuicio de la persona a quien roba.
El diagnóstico diferencial de la cleptomanía, incluye otros trastornos psicológicos de conductas inapropiadas que pueden conllevar actos esporádicos de hurtos. Algunos de estos trastornos son: el trastorno antisocial, el trastorno de conducta, el trastorno bipolar, la esquizofrenia o el trastorno cognitivo o demencia.
Síntomas de la cleptomanía
La cleptomanía presenta unos síntomas comunes con otro tipo de adicciones como:
- Altos niveles de ansiedad en situaciones propicias para el acto de robar.
- Pensamientos recurrentes de intrusión que le incitan a cometer el robo.
- Impotencia a resistirse al impulso de cometer el hurto.
- Tras cometer el robo, sienten una liberación de la presión, es una sensación de satisfactoria y gratificante.
- Una vez pasa la liberación anterior, despues sienten un sentimiento de culpa y remordimiento.
Además, existen unas características propias que presentan las personas afectadas de cleptomanía. Destaca el hecho de que suelen deshacerse de aquello que han robado, incluso tirándolo a la basura o regalándoselo a otra persona ya que su objetivo no es ni acumular objetos ni enriquecerse con ello.
La cleptomanía puede ir acompañada de otros trastornos concomitantes, ya sean afectivos como la depresión, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o trastornos de la conducta alimentaria o el consumo de sustancias ilegales.
Tratamiento de la cleptomanía
El principal problema para llevar a cabo el tratamiento de la cleptomanía con éxito es que el paciente suele ser incapaz de pedir ayuda. A pesar de ser consciente de que tiene un problema y de, además, conocer las consecuencias legales que puede acarrearle si es atrapado en el acto de robar, tal como se ha descrito anteriormente, no suele acudir por su propio pie. Pero una vez identificado y reconocido el problema, si que hay esperanza de mejoría con el tratamiento, para ello se emplean distintas técnicas como:
- Técnicas de relajación y respiración: tienen como objetivo aumentar el control ante situaciones de estrés y ansiedad.
- Terapias cognitivas: ayudan a controlar los pensamientos recurrentes que surgen en el momento previo al acto del hurto, usando técnicas como la detención o conversión del pensamiento.
- Terapias conductuales: consiste en que el paciente reaprenda a estar en los lugares de tentación, es decir, donde normalmente antes solía robar, sin darse al impulso en caso de que este ocurra.
- Técnicas de comunicación: enseñan al paciente a aprender a expresar la tensión interna de forma positiva y constructiva.
- Psicofármacos: se utilizan para estabilizar el estado de ánimo del paciente y disminuir su ansiedad, se suele recurrir a los serotonérgicos o estabilizadores del humor, y poder favorecer así la aplicación de otros tratamientos.