Artrosis de rodilla: síntomas y tratamiento
¿Qué es la artrosis de rodilla?
El cartílago es un tejido conectivo liso que actúa como una almohadilla amortiguadora y protectora entre las superficies de contacto de las estructuras óseas que constituyen la rodilla. Es decir, el fémur, la tibia y la rótula.
La artrosis se desarrolla cuando el cartílago se deteriora y las superficies óseas friccionan una con otra sin su almohadilla protectora, provocando su desgaste. Las superficies óseas articulares se endurecen, crecen en su zona periférica, y forman osteofitos o excrecencias óseas.
Síntomas de la artrosis en la rodilla
El principal síntoma de la artrosis de rodilla es que las actividades diarias se vuelven dolorosas y difíciles, reduciéndose la calidad de vida.
La rodilla tiene en su interior la cápsula sinovial, que produce un fluido que alimenta al cartílago y lo mantiene deslizante. Cuando hay artrosis se produce fluido en mayor cantidad de lo normal, esto es lo que se conoce como “líquido en la rodilla”. Puede precisar punción para extraerlo.
El paciente también presentará dificultad para doblar o estirar la rodilla, así como bloqueos, fallos o sensación de inestabilidad.
Cuando la artrosis es avanzada provoca deformidad en la rodilla y alteración en la alineación de la extremidad.
El dolor y la inflamación son peores por la mañana, tras un período de inactividad, después de caminar, subir y bajar escaleras. Aumenta con los cambios climáticos.
Prevención de la artrosis de rodilla
Existen diversos factores que pueden aumentar la posibilidad de desarrollar artrosis en la rodilla:
- El exceso de peso.
- Factores hereditarios.
- Edad. El cartílago deteriorado tiene mayor dificultad para recuperarse con el paso de los años
- El sexo femenino.
- La presencia de lesiones previas no intervenidas: meniscos, ligamentos cruzados y cartílago.
- Las profesiones o actividades en las que sea preciso arrodillarse o ponerse en cuclillas. Así como levantar exceso de peso o la práctica de deportes de impacto alto.
- Padecer artritis reumatoidea, gota o alteración de la alineación de la extremidad inferior.
Tratamiento de la artrosis de rodilla
Existen dos principales tratamientos de la artrosis de rodilla, el tratamiento no quirúrgico o conservador y el tratamiento quirúrgico.
- Tratamiento No Quirúrgico o Conservador:
- Cambio del ritmo de vida. Bajar peso, evitar actividades como subir y bajar escaleras, cambiar el tipo de actividad deportiva, evitando cualquier actividad perjudicial para la rodilla.
- Ayudarse de bastones, muletas, rodilleras. También la aplicación de frío local mediante un gel o hielo.
- Empleo de medicamentos vía oral o intra-articular mediante infiltraciones.
- Tratamiento Quirúrgico. Se recurre a él cuando la artrosis no responde al tratamiento conservador o no quirúrgico. Los especialistas en Traumatología usamos diversas técnicas:
- Cirugía Artroscópica. Consiste en una limpieza intra-articular. Únicamente proporciona alivio de los síntomas a corto plazo.
- Osteotomía. Al corregir la alineación de la extremidad se consigue
descargar el compartimento de la rodilla más afectado por la artrosis.
- Prótesis unicompartimental. Cuando únicamente está lesionada una parte de la rodilla, interna o externa, se implanta una prótesis de pequeño tamaño. Requiere sólo una pequeña incisión en la rodilla.
- Artroplastia ó prótesis total de rodilla. Es la recomendación final para un paciente con dolor de rodilla invalidante y rebelde a otros