Alergia vs. Infección Respiratoria: cómo identificarlas correctamente
¿Qué es una infección respiratoria?
Una Infección Respiratoria es causada por un agente infeccioso, ya sea un virus o una bacteria. Puede afectar la vía aérea superior como ocurre en la rinosinusitis, faringitis o laringitis o la vía aérea inferior como en el caso de la bronquitis o la neumonía.
Estas afecciones son muy comunes tanto en niños como en adultos y se intensifican durante los meses fríos, debido al aumento de circulación viral y la permanencia prolongada en espacios cerrados.
Las infecciones respiratorias, a diferencia de las alergias, producen inflamación como respuesta del cuerpo a un microbio, por lo que requieren un enfoque terapéutico específico, especialmente si existe sospecha de infección bacteriana.
¿Qué es una alergia respiratoria?
Las alergias respiratorias son una respuesta inapropiada y exagerada del sistema inmunológico frente a sustancias externas llamadas alérgenos, que no representan un riesgo real. La rinitis alérgica y el asma alérgico se consideran manifestaciones diferentes de una misma enfermedad.
En este caso, no existe un germen infectante. La causa es una reacción inmunológica mediada por anticuerpos IgE, los cuales se producen en exceso en personas predispuestas. Cuando el alérgeno entra en contacto con estos anticuerpos, se desencadena una reacción inflamatoria que afecta las vías respiratorias superiores o inferiores.
Aeroalérgenos más frecuentes
Los alérgenos respiratorios más comunes incluyen:
- Polen de árboles, pastos y plantas
- Ácaros del polvo doméstico
- Hongos de humedad
- Caspa y epitelios de animales domésticos
Estos alérgenos se encuentran en el aire, por lo que son inhalados con facilidad y llegan directamente a la mucosa nasal o bronquial, desencadenando la respuesta alérgica.
Síntomas de la rinitis alérgica
La rinitis alérgica es la forma más común de alergia respiratoria. Se produce cuando el alérgeno inhalado se une a los anticuerpos IgE, desencadenando inflamación en la mucosa nasal.
Los síntomas característicos incluyen:
- Picor nasal
- Estornudos frecuentes
- Secreción nasal acuosa y abundante
- Obstrucción nasal persistente
La rinitis alérgica afecta entre 10% y 25% de la población, reduciendo significativamente la calidad de vida, el rendimiento escolar y laboral, y aumentando el riesgo de sinusitis, conjuntivitis y pólipos nasales. Además, es un importante factor de riesgo para desarrollar asma.
Asma alérgico: síntomas y riesgos
El Asma bronquial alérgico es una enfermedad inflamatoria de los bronquios que provoca su estrechamiento, generando dificultad respiratoria. Se produce por la reacción inmunológica entre el alérgeno inhalado y los anticuerpos propios del paciente.
Representa el 70% de todos los casos de asma y es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en niños y adultos jóvenes.
Sus síntomas incluyen:
- Crisis recurrentes de tos
- Disnea o dificultad para respirar
- Opresión en el pecho
- Sibilancias o “silbidos” al respirar
Durante estas crisis se produce broncoespasmo y aumento de la secreción de moco, lo que puede requerir tratamiento urgente. La espirometría es fundamental para confirmar el diagnóstico y evaluar la gravedad.
¿Cómo diferenciar alergia de infección respiratoria?
Aunque pueden confundirse, existen diferencias claves:
- Las infecciones producen fiebre, mientras que las alergias casi nunca.
- Las infecciones suelen causar malestar general, dolor muscular y síntomas progresivos.
- Las alergias aparecen de forma súbita, generalmente después de exposición a un alérgeno.
- Las infecciones pueden generar moco espeso, verde o amarillo; en alergias, el moco es transparente y acuoso.
Reconocer estos signos es esencial para recibir el tratamiento adecuado y evitar el uso innecesario de antibióticos.
Tratamiento de las alergias respiratorias
Una vez diagnosticada la alergia mediante pruebas específicas y valoración clínica, el tratamiento se basa en tres pilares fundamentales:
1. Evitar el alérgeno
En alergias exclusivas a animales, evitar la exposición puede ser suficiente. Sin embargo, es imposible eliminar completamente alérgenos como polen, ácaros o moho, aunque sí se pueden aplicar medidas que disminuyan su concentración.
2. Medicamentos
Los más utilizados incluyen:
- Antihistamínicos
- Antiinflamatorios
- Broncodilatadores
- Corticoides inhalados
Estos fármacos controlan los síntomas, pero su efecto desaparece al suspenderlos.
3. Inmunoterapia (vacunas antialérgicas)
Es el tratamiento más completo para las alergias respiratorias. La inmunoterapia desensibilizante modifica la respuesta del sistema inmunológico, induciendo tolerancia a largo plazo. Siempre debe realizarse bajo supervisión de un especialista.
Comprender las diferencias entre alergia e infección respiratoria es clave para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. Las infecciones requieren controlar al agente causal, mientras que las alergias necesitan un manejo integral que incluya evitar alérgenos, medicamentos e inmunoterapia. La correcta evaluación por un profesional de la salud garantiza el bienestar y previene complicaciones tanto en niños como en adultos.