Vivir sin analgésicos, ¿es posible?

Vivir sin analgésicos, ¿es posible?

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 12/05/2019

Hoy en día, gracias a los logros de la medicina, existen remedios para eliminar o reducir el dolor causado por muchas patologías, pero hay que ser conscientes de la importancia de dar un uso correcto a los fármacos analgésicos y no excederse ni en la dosis ni en el consumo de estos para evitar su abuso. Los medicamentos que más se utilizan para el tratamiento del dolor son el paracetamol y el ibuprofeno. Ambos medicamentos, aunque tienen un amplio margen de seguridad, deben estar siempre recetados por el médico y utilizados solo durante un periodo de tiempo determinado y limitado porque no están exentos de efectos secundarios. De forma adicional, muchos pacientes deben tomar también fármacos para controlar su tensión arterial, su colesterol o sus problemas gástricos. El efecto a largo plazo en el organismo del uso crónico de tanta medicación ha llevado a la OMS a alertar sobre los posibles riesgos para la salud de los pacientes.

La aparición progresiva del dolor en rodillas, caderas o zona lumbar obedece generalmente a la presencia de artrosis, es decir, a procesos degenerativos de las articulaciones que producen inflamación y dolor cada vez más intenso y, lo que es peor, capaz de limitar los movimientos: andar, subir o bajar escaleras o cuestas o incluso estar simplemente de pie durante poco tiempo.

Como sabemos, el tratamiento farmacológico puede ser de gran ayuda, pero en los casos de dolor crónico debemos intentar disminuir este síntoma mediante tratamientos no agresivos y exentos de efectos secundarios.

Ozono en el tratamiento del dolor

El ozono es un gas derivado del oxígeno con importantes propiedades analgésicas y antiinflamatorias. No provoca ninguna molestia al ser administrado en la articulación. Su efecto aparece a medida que se van realizando las infiltraciones. El número medio de sesiones necesario suele ser de cinco y se llevan a cabo habitualmente una vez a la semana.

Su aplicación no tiene efectos secundarios ni contraindicaciones, por lo que esta forma de tratamiento puede efectuarse en pacientes de cualquier edad, incluso en hipertensos y diabéticos. El objetivo del tratamiento es disminuir el dolor y mejorar la movilidad de las articulaciones. El tratamiento con ozono consigue también disminuir de forma progresiva la necesidad de tomar analgésicos y antiinflamatorios, con lo que se evita el daño que a largo plazo pueden provocar estos medicamentos sobre la salud del paciente.

Otra indicación de la ozonoterapia es la estenosis de canal raquídeo, una de las patologías de columna más frecuentes a partir de una determinada edad. Provoca dolor intenso en la espalda (zona lumbar) y en las piernas, especialmente al ponerse de pie y al andar, lo que obliga a parar y sentarse, con sensación en ocasiones de debilidad en las piernas.

Los pacientes con estenosis de canal que no puedan o no quieran someterse a cirugía pueden tratarse mediante discólisis percutánea con ozono, técnica mínimamente invasiva que está demostrando muy buenos resultados en aquellos pacientes que junto con artrosis en las vértebras lumbares presenten una protrusión o hernia discal. La discólisis con ozono la lleva a cabo el neurocirujano en quirófano bajo sedación y control radiológico. El paciente permanece ingresado en el hospital solo unas 4-5 horas. Esta forma de terapia se combina con inyecciones en la musculatura paravertebral que se harán de forma ambulatoria y actuarán como analgésico y antiinflamatorio.

Desde hace más de 20 años el Institut Català d’Ozonoteràpia, Unidad de Ozonoterapia Hospital Quirón Barcelona, a través de sus profesionales especialistas en el tratamiento con ozono y de todas las técnicas de alivio del dolor, ofrece la posibilidad de realizar todos estos procedimientos y mejorar la simple pero imprescindible actividad de caminar en estos pacientes.

Ozonoterapia