El tratamiento hormonal en la menopausia consiste en la administración combinada de estrógenos y gestágenos en bajas dosis para aliviar los síntomas típicos de esta etapa. En Argentina, su uso es relativamente moderado, ya que alrededor del 5 al 10% de las mujeres optan por esta terapia.
Las hormonas pueden administrarse en comprimidos, parches o una combinación que incluya gel cutáneo. En mujeres sin útero, el tratamiento se realiza sólo con estrógenos.
El empleo de esta terapia disminuyó tras la publicación en 2002 del estudio Women’s Health Initiative (WHI), que alertó sobre un posible aumento del riesgo de cáncer de mama y la falta de reducción en enfermedades cardiovasculares en mujeres postmenopáusicas. Sin embargo, organizaciones científicas como la Asociación Argentina de Menopausia han aclarado que el estudio no estaba dirigido a mujeres jóvenes, sino a un grupo con edad media de 64 años y alto riesgo cardiovascular, por lo que sus conclusiones no aplican a todas las pacientes.
Está demostrado que tras 5 años de terapia combinada aumenta el riesgo de cáncer de mama, pero el uso prolongado solo de estrógenos después de ese período podría tener un efecto protector.
Duración recomendada
El tratamiento suele limitarse a 5 años, salvo en casos de menopausia precoz, donde puede extenderse para compensar la falta temprana de hormonas naturales.
Beneficios
- Alivio de sofocaciones, irritabilidad, insomnio, depresión y labilidad emocional.
- Preservación de la densidad ósea, ayudando a prevenir la osteoporosis.
- Mantiene la salud de los tejidos urogenitales y cutáneos, previniendo la atrofia vulvovaginal.
- Potencial protección contra el deterioro cognitivo.
Riesgos
El principal riesgo es el aumento acumulado en la probabilidad de cáncer de mama después de 5 años, por lo que es fundamental limitar el tratamiento a ese período o realizar controles estrictos.