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Tratamiento y control del asma

Tratamiento y control del asma

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La redacción de Top Doctors
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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 03/06/2019

Como tal, el asma es una inflamación de los bronquios, que básicamente hace que éstos se obstruyan y que sean muy sensibles ante una variedad bastante amplia de estímulos presentes en el medio ambiente.

 

Actores que pueden desencadenar o empeorar el asma

La inhalación de sustancias alérgicas en cantidad y tiempo suficiente es capaz de provocar síntomas en personas sensibilizadas. Para comprobar sospechas es necesario realizar las pruebas de alergia (prick tests).

No obstante, hay otras sustancias que tienen la capacidad de actuar como irritantes:

 

  • Gases, humo de tabaco, polución ambiental.
  • Productos de limpieza, lacas, desodorantes y otros olores similares categorizados como fuertes.
  • Exponerse a cambios bruscos de temperatura, aires acondicionados…
     

El control ambiental de todas estas sustancias es un elemento básico muy importante en el tratamiento. De esta manera, es imprescindible separar al asmático del alérgeno o evitarlos, ya que es la mejor manera de conseguir una mejoría clínica.

La exposición a gases, humo, productos de limpieza o cambios bruscos de temperatura pueden empeorar los efectos del asma.
 

Tratamiento del asma

El tratamiento del asma es fundamentalmente a partir de la administración de fármacos, principalmente por vía inhalatoria debido a lo siguiente:

 

  • El medicamento va directamente al órgano a tratar, el pulmón
  • Dosis bajas de medicamento
  • La acción —en el caso de los broncodilatadores— es inmediata
  • No tiene efectos secundarios
     

La curación del asma es posible , solo hay que apreciar que su prevalencia en la infancia es del 10% y en el adulto del 4% , luego más de la mitad se pueden curar, y la única medida que actualmente que ha demostrado esta curación es la Inmunoterapia con alergénos.

 

El tratamiento farmacológico del asma

Existen dos fármacos principales para tratar el asma, y ambos se asocian a un cuadro concreto. Por un lado destacan los antinflamatorios, que se utilizan con carácter preventivo; por el otro, los broncodilatadores, que normalmente se utilizan en crisis o en casos asociados a preventivos.

Inflamatorios: se trata del tratamiento básico para reducir la inflamación del la mucosa bronquial y mantener el asma sin necesidad de betadrenérgicos y sin descompensaciones . No tienen una acción inmediata y su efecto se aprecia tras la aplicación continuada de varios días.

Dentro de los inflamatorios destacan los corticoides, los cromonas y los antileucotrineos.
 

  • Corticoides: en el caso de los corticoides, habitualmente se administran por vía inhalatoria y su aspecto externo es de color rojizo. -
  • Cromonas: se utilizan a modo preventivo, especialmente en niños afectados por asma leve y para prevenir el asma de esfuerzo.
  • Antileucotrienos: se presentan en comprimidos y complementan el tratamiento del asma.
     

Broncodilatadores: sirven únicamente como tratamiento de los síntomas del asma y no mejoran la evolución de la enfermedad. De hecho, producen una relajación en la musculatura de los bronquios y en ocasiones se utilizan como preventivos ante la exposición ante grandes desencadenantes del asma.
 

  • Adrenérginos-beta2 de corta duración: azules o grises, tienen un efecto rápido de diez minutos y duran entre cuatro o seis horas. Se utiliza para crisis o para prevenirlas antes de realizar un esfuerzo.
  • Andrenérgicos-beta2 de larga duración: normalmente de color verde, su efecto es más lento y su duración se puede extender hasta las doce horas. Se utilizan antes de acostarse para evitar los síntomas nocturnos.
     

Antihistamínicos e inmunoterapia: los antihistamínicos no son útiles para el asma, aunque se pueden prescribir en el caso de que el asmático padezca una rinitis alérgica.

La inmunoterapia está indicada en pacientes sensibles a un alergeno y cuyos síntomas son compatibles con las pruebas de alergia. Pero es cada vez más frecuente la sensibilización a 2-3 alergenos susspceptibles de inmunoterapia.

Autocontrol del asma. Plan de ataque y ayuda al paciente

Para saber si el asma de una persona está controlada, se ha de comprobar lo siguiente:
 

  1. No tiene tos, pitidos, dificultad para respirar u opresión en el pecho.
  2. Si existen molestias, estas se alivian con el inhalador de Beta.
  3. Se puede realizar actividad diaria normal sin restricciones.
  4. Las pruebas de función pulmonar son normales.
     

Si se logra controlar el asma se puede conseguir una calidad de vida igual que la de un no asmático. Para conseguirlo, es necesario lo siguiente:
 

  1. Tomar todos los días la medicación preventiva, aunque el paciente se encuentre bien. Así se evitarán las molestias.
  2. Evitar factores conocidos que empeoran su asma, como el tabaco, el polvo…
  3. Pactar con el médico un tratamiento adecuado.
  4. Desarrollar un plan escrito para que cuando el asma de molestias, estas se puedan aliviar antes de que interfieran en el ritmo de vida.
     

Para más información, consultar con un especialista en Alergología.