Tratamiento del cáncer de testículos y alternativas para preservar la fertilidad

Tratamiento del cáncer de testículos y alternativas para preservar la fertilidad

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 20/04/2019

El cáncer de testículos es una de las variantes más agresivas. Como en la mayoría de cánceres, es esencial que el paciente acuda al urólogo al apreciar un aumento notable de tamaño de un testículo, para abordar la enfermedad cuanto antes. El tratamiento requerirá orquidectomía o extirpación del testículo, por lo que actualmente se ofrecen técnicas para preservar la fertilidad.

 

Detección precoz del cáncer de testículos

El cáncer de testículos es un tumor agresivo que, si no se diagnostica precozmente, progresa rápidamente. Afecta, mayoritariamente, a hombres de entre 15 y 35 años. Sin embargo, a pesar de ser una enfermedad grave, con tratamiento adecuado el porcentaje de pacientes que se curan supera el 90%.

El principal síntoma que hace sospechar de este tipo de cáncer es un aumento notable de tamaño de un testículo. En la mayoría de los casos, aunque no en todos, son inicialmente indoloros. No obstante, el hecho de que se produzca este aumento de tamaño testicular hace necesaria la consulta con un urólogo, para confirmar o descartar la sospecha de cáncer.

 

Diagnóstico rápido del cáncer de testículos

El diagnóstico del cáncer de testículos se inicia con una exploración por parte del urólogo, para descartar o confirmar el tumor. Si en la palpación se aprecia una masa anómala, se realizará una ecografía urgente para precisar el diagnóstico.

 

Tratamiento personalizado para abordar el cáncer de testículos

El tratamiento del cáncer de testículo requiere de la extirpación del testículo afectado u orquidectomía, que debe llevarse a cabo por un urólogo formado en cirugía. Tras el análisis del tejido extirpado, el oncólogo médico valorará el avance del cáncer. Serán la prueba de imagen del tórax y abdomen mediante tomografía axial computerizada (TAC), además de un análisis de sangre con marcadores tumorales, las pruebas que ayudan a precisar si el cáncer se ha extendido o no a otros órganos.

El paciente con alto riesgo de recidiva recibe dos sesiones de quimioterapia tras la orquidectomía. Con esto se reducirá el riesgo de que reaparezca el cáncer a menos del 5%. Una vez practicadas estas sesiones de quimioterapia se debe hacer un seguimiento del paciente con consultas periódicas, cada tres meses durante los dos primeros años.

Si hay metástasis se debe iniciar urgentemente un tratamiento de quimioterapia con una duración de unos cuatro meses. Si cuando terminen las sesiones de quimioterapia sigue observándose una lesión tumoral en pruebas de diagnóstico por imagen, se llevará a cabo una intervención quirúrgica con el objetivo de extirparla.

Cabe destacar que, como el tratamiento con quimioterapia comporta riesgo de infertilidad, se ofrece la posibilidad al paciente de criopreservar semen. Esto permitirá al paciente tener hijos, si así lo desea, años después de haber sido tratado el cáncer. Otra alternativa es la posibilidad de colocar una prótesis testicular.

criopreservacion semen
Con la criopreservación de semen se puede preservar la fertilidad
tras tratar el cáncer de testículos