Tratamiento artrosis de rodilla sin cirugía

Tratamiento artrosis de rodilla sin cirugía

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 11/04/2019

La cirugía de la rodilla se basa en dos grandes áreas: la artroscopia y las prótesis. Entre ambas encontramos técnicas importantísimas, como las referentes a osteotomías y tratamientos de desórdenes de rótula. Las novedades se han basado, fundamentalmente, en las mejoras de las técnicas quirúrgicas, el diseño y la calidad de materiales y en investigaciones biológicas.

Prótesis de rodilla

Las prótesis son cada vez mejores y más duraderas, aunque lo más importante para obtener un buen resultado es la corrección técnica en la implantación. Las mejoras en el diseño y los nuevos materiales han permitido un avance considerable en este campo: hoy en día disponemos de una amplia variedad de implantes. Destacan las mini-prótesis, utilizadas para reemplazar tanto pequeñas partes de la articulación como las más grandes. Éstas últimas se emplean en los recambios de otras prótesis que han fallado por desgaste, aflojamiento, rechazo, etc.

Es muy recomendable que la cirugía de las artroplastias sea practicada por cirujanos expertos, especialmente si se trata de una cirugía de recambio, ya que exigen más sofisticación técnica e implantes de mayor complejidad.

 

En pacientes con artrosis de rodilla la cirugía no es la única solución. El tratamiento conservador, que está basado en la fisioterapia, un adecuado índice de masa corporal y en la mediación sintomática y condroprotectora, es siempre la primera opción. También se recurre a los factores de crecimiento antes que a la cirugía, que está dando muy buenos resultados.

Factores de crecimiento.

Los factores de crecimiento son unas proteínas que todos poseemos en nuestra sangre y en algunos órganos y tejidos. El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) se obtiene de la sangre del paciente y tiene un alto contenido de estos factores de crecimiento. Sus efectos son regenerativos, ya que mejoran los desequilibrios locales que coexisten en las zonas conflictivas. Por otra parte, también utilizamos los factores de crecimiento en forma de infiltración en patologías degenerativas como la artrosis de rodillas o caderas, tendinitis e incluso en las roturas de músculos y tendones. Su mayor ventaja es que a menudo permiten evitar o retrasar la cirugía.

Este tratamiento es recomendable para todos aquellos afectados por problemas degenerativos, como la artrosis, que no mejoren con los tratamientos conservadores convencionales y que no tengan una indicación quirúrgica clara.