“Todos los alimentos pueden provocar intolerancia”

“Todos los alimentos pueden provocar intolerancia”

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 20/05/2019

¿Qué es la intolerancia a los alimentos? ¿En qué se diferencia de la alergia?

La intolerancia alimentaria es cualquier efecto adverso provocado tras la ingesta de un alimento o parte de éste. Se diferencia de la alergia en el mecanismo por el que se produce: la alergia se produce por un mecanismo inmunológico mediado por anticuerpos IgE, mientras que una intolerancia está producida por mecanismos que pueden ser inmunológicos o no serlo. En el primer caso encontramos intolerancias como la celiaquía (donde se producen anticuerpos de la clase IgA) y la histaminosis (que es una respuesta inmunológica a nivel celular). En el segundo caso se encuentra la intolerancia a la lactosa, por ejemplo.

¿Todo alimento puede provocar intolerancia? ¿Qué alimentos suelen provocarla?

Todos los alimentos pueden provocar intolerancia. La leche, el trigo y el huevo son los que más la provocan.

¿Cuál es la causa de la intolerancia?

Hay muchas causas, por ejemplo los cambios hormonales en el embarazo, las infecciones del tubo digestivo (parasitosis intestinales, infección por la bacteria Helicobacter Pylori), las enfermedades que afectan al tubo digestivo (celiaquía, enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa), las intervenciones quirúrgicas en el tubo digestivo, las alergias, etc.

¿Existe algún método para prevenir o detectar la intolerancia a algún alimento?

No existe ningún método para prevenir la intolerancia. Una persona se puede hacer intolerante a un alimento en cualquier época de su vida, aunque durante muchos años haya estado comiendo ese alimento sin problema.

¿Qué síntomas provoca la intolerancia alimentaria?

La intolerancia suele provocar síntomas crónicos que no son inmediatos, con lo cual uno no sospecha que estén relacionados con los alimentos: Dolor de cabeza, muscular o articular; síntomas digestivos como las digestiones pesadas, el estreñimiento, la diarrea, los gases y las molestias gástricas; cansancio; alteraciones de la temperatura corporal, de la memoria, de la atención, del sueño, de la piel; zumbidos auditivos; bruxismo; babeo; imposibilidad para perder peso, etc.

Muchos de estos pacientes pueden estar diagnosticados de fibromialgia, cefalea tensional o migraña, colon irritable, piel atópica y sobrepeso de causa desconocida.

¿Qué recomendaciones puede seguir una persona con intolerancia? ¿Puede tratarse?

El tratamiento más básico sería realizar una dieta terapéutica personalizada, en la que se evitarían los alimentos a los que el paciente tiene intolerancia. Si se realiza de manera adecuada, muchas veces esas intolerancias pueden ser superadas y el paciente puede volver a comer esos alimentos. También existen los tratamientos farmacológicos con antihistamínicos, inmunomoduladores, antioxidantes e inmunoterapias específicas. Además se pueden llevar a cabo ingresos hospitalarios para realizar desensibilizaciones alimentarias, así como tratamientos para el control de los síntomas a base de campos electromagnéticos de intensidad baja.