Tipos de embarazo gemelar y cómo controlarlos

Tipos de embarazo gemelar y cómo controlarlos

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 11/06/2019

El embarazo gemelar es una incidencia frecuente, representando aproximadamente en España pocos de los embarazos. La causa de un embarazo gemelar puede ser natural, es decir, que haya fecundación de más de un ovocito en el mismo ciclo, o bien de causa yatrogénica, causada por intervención del doctor. La causa natural no es previsible, excepto en mujeres de edad avanzada, en las que la posibilidad de que se produzca un embarazo gemelares mayor que en mujeres más jóvenes, ya que producen con mayor frecuencia ovulaciones dobles. Esto sucede porque las mujeres de mayor edad tienen una hormona (FSH) que es inductora de la ovulación, en concentraciones más altas.

De cualquier manera, los embarazos gemelares producidos por causa yatrogénica son más frecuentes, al estimular ovarios para conseguir gestaciones, en el contexto de establecer un tratamiento de ayuda a la fertilidad y la imposibilidad de provocar una ovulación única, como en el síndrome del ovario poliquístico.

En las fecundaciones in vitro han disminuido de manera muy significativa la incidencia de gestaciones gemelares, al poder controlar el número de embriones que se transfieren y siendo la tendencia, cada vez mayor, de transferencia de embrión único.

 

Importancia de los embarazos gemelares

La importancia de los embarazos gemelares se debe a que son embarazos de alto riesgo, por las posibles complicaciones para los fetos, para la madre y para los recién nacidos. Las complicaciones fetales se deben, fundamentalmente, a la mayor incidencia de malformaciones, sobre todo en los casos que los fetos comparten bolsa y placenta, lo que denominamos gestaciones monocoriales monoamnioticas. Sin embargo, son más frecuentes los problemas de retraso de crecimiento intrauterino, debido a la limitación del útero humano para alimentar a más de un feto, produciendo recién nacidos de bajo peso que van a necesitar mayores cuidados perinatales. Otra causa de bajo peso al nacer se debe a la prematuridad, al iniciar contracciones antes de tiempo, fundamentalmente por el volumen del útero, que no puede dilatarse más allá de un límite y activarse el parto antes de lo deseable.

 

Cómo controlar los embarazos gemelares

Los embarazos gemelares deben ser controlados en centros de alta calificación dotados de sistemas de detección de alteraciones fetales y de desarrollo fetal sobre todo con aparatos de ecografía de alta definición, sistemas Doppler de vascularización, bajo la supervisión de obstetras y especialistas en Ginecología y Obstetricia preparados para ello. Precisan un mayor número de visitas, para controlar no solo a los fetos, sino también a la madre en cuanto al aumento de peso, que debe ser muy bien monitorizado, a las cifras de tensión arterial o a la aparición de signos de mala evolución (edemas, proteinuria, etc.).

Un concepto que no siempre queda claro es si los gemelos proceden de un solo ovocito. Los gemelos bicigóticos aparecen cuando dos óvulos son fertilizados por un espermatozoide cada uno. Se forman luego dos sacos amnióticos por separado, dos coriones y dos placentas. Las placentas en los gemelos bicigóticos pueden fusionarse si los sitios de implantación están próximos entre ellos. Asimismo, las placentas fusionadas pueden ser fácilmente separadas después del nacimiento. Se trata de hermanos que han coincidido en espacio y tiempo.

El desarrollo de los gemelos monocigóticos, en cambio, sucede cuando un óvulo fertilizado se divide en dos durante las primeras dos semanas después de la concepción. A estos gemelos también se les denomina idénticos. Si la división del óvulo fertilizado ocurre dentro de los primeros dos-tres días después de la fecundación, los gemelos producirán un saco amniótico y un corion separados del otro. Estos gemelos tienen placentas diferentes que pueden ser separadas o fusionadas. Aproximadamente un tercio de los gemelos monocigóticos tienen placentas bicorial y biamnióticas.

Si la división del óvulo ocurre entre tres y ocho días después de la fertilización, se traduce en gemelos con placentación monocorial y biamniótica, porque ya se ha formado el corión pero no la cavidad amniótica. Aproximadamente más de la mitad de los gemelos monocigóticos son monocoriales y biamnióticos. Si la división se produce incluso después, es decir, durante el día nueve o trece después de la fecundación, la placentación suele ser monocorial y monoamniótica. Los gemelos monocoriales y monoamnióticos son poco frecuentes y solo el 1% de los gemelos monocigóticos tienen este tipo de placentación. Estos gemelos monocoriales y monoamnióticos tienen una placenta común con las comunicaciones vasculares entre las dos circulaciones. Estos dos gemelos pueden desarrollar el síndrome de transfusión gemelo a gemelo, que es muy peligroso para la viabilidad final de la gestación.

Obstetricia y Ginecología