¿Sabes interpretar los resultados de un hemograma?

¿Sabes interpretar los resultados de un hemograma?

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 11/06/2019

El hemograma es una de las pruebas de laboratorio que más utilizamos los médicos para estudiar a cualquier paciente. Sólo en la Comunidad de Madrid se realizan casi tres millones de hemogramas al año. El objetivo de este estudio es valorar los componentes celulares de la sangre (los glóbulos rojos o eritrocitos, los glóbulos blancos o leucocitos y las plaquetas) y una serie de parámetros relacionados con los mismos.

 

Las alteraciones de los valores normales del hemograma ocurren tanto en las enfermedades de la sangre como en enfermedades de otros órganos. Un número muy importante de enfermedades van a tener expresión en el hemograma por lo que se considera una prueba imprescindible en la valoración médica de una persona.

 

El hemograma es una de las pruebas de laboratorio que más utilizamos 

 

Cómo se realiza la prueba del hemograma

Esta prueba se realiza con un aparato de laboratorio llamado “contador hematológico automático”. Se trata de un estudio muy estandarizado del que todos los laboratorios nos darán los mismos parámetros al solicitar un hemograma. Si nos hacemos unos análisis generales por un problema médico o por un chequeo, cuando los recojamos probablemente en la primera página tendremos el hemograma.

 

Al empezar a leerlo nos encontramos con una serie de siglas o abreviaturas que muchas veces no somos capaces de interpretar. Si, además, nos encontramos algunos valores en “negrita” o con una flecha para arriba o una fecha para abajo, cierta intranquilidad puede iniciarse en nuestro ánimo. El Dr. Google entonces puede calmarnos o llevarnos a una total confusión. Para tranquilidad de todos, la mayor parte de las alteraciones que se observan en un hemograma no suelen ser relevantes.

 

Desde un punto de vista práctico, el hemograma se puede dividir en tres partes; aquellas relacionadas con los glóbulos rojos y su función de transporte de oxígeno, aquellas relacionadas con el número de glóbulos blancos y, finalmente, aquellas relacionadas con las plaquetas.

 

El hemograma se puede dividir en tres partes

 

Parámetros relacionados con los glóbulos rojos

El parámetro más importante para valorar los glóbulos rojos y su función es la hemoglobina. A veces nos preocupa el hematocrito o el número de glóbulos rojos, pero estos valores tienen más variabilidad. Hay que recordar que los valores normales de hemoglobina varían con la edad y el sexo; no es lo mismo un varón de 20 años que un niño pequeño o una anciana de 90 años.

 

Si la hemoglobina es normal para nuestro sexo y edad, aunque haya alteraciones en el resto de parámetros relacionados con los glóbulos rojos, es raro que vaya a existir un problema de salud relevante. Cuando la hemoglobina está baja tenemos anemia. Si la hemoglobina está alta tenemos poliglobulia o policitemia. Las causas de anemia son múltiples, siendo los sangrados y el déficit de hierro las más frecuentes. Respecto a las causas de aumento de la hemoglobina, las más frecuentes son el tabaquismo y los problemas respiratorios, entre ellos la apnea del sueño.

 

El hematocrito corresponde al porcentaje que ocupan los glóbulos rojos de una muestra de sangre total. Se relaciona con la cantidad de glóbulos rojos y la hemoglobina; por si sólo tiene un valor menos relevante que la hemoglobina.

 

El número de hematíes o eritrocitos también tiene menos valor que la hemoglobina y se suele relacionar con ella. Generalmente el hematocrito y el número de hematíes nos ayudan a los médicos a observar si hay congruencia en los resultados y a orientar el diagnóstico en caso de anemia o poliglobulia.

 

El resto de parámetros son los llamados índices eritrocitarios:

 

  • Volumen Corpuscular Medio (VCM): Se refiere al tamaño de los glóbulos rojos que, en caso de existir anemia y estar alterado, nos ayuda a los médicos a saber la causa. El tamaño pequeño de los glóbulos rojos (VCM ↓) se relaciona frecuentemente con deficiencia de hierro y sangrados crónicos. El tamaño grande de los glóbulos rojos suele ser relevante si el mismo es importante y se relaciona fundamentalmente con déficit de vitamina B12 o ácido fólico.

 

Índices eritrocitarios

 

  • Hemoglobina corpuscular media (HCM): es la cantidad de hemoglobina promedio de un hematíe. Una HCM baja indica la disminución del contenido de hemoglobina por cada glóbulo rojo.
  • Concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM): es la cantidad de hemoglobina relativa al tamaño de cada hematíe. Si está elevada suele indicar presencia de hematíes pequeños cargados de hemoglobina y viceversa.
  • ADE o IDE; es el índice de dispersión eritrocitaria o la amplitud de la curva de distribución eritrocitaria. Es una manera de medir la “uniformidad” de los hematíes. Una cifra elevada quiere decir que no hay uniformidad y nos vamos a encontrar tanto hematíes muy pequeños como muy grandes. Es típico de las deficiencias de hierro o de vitaminas.

 

Los índices eritrocitarios son resultados que nos dan los contadores hematológicos y no suelen tener significado si la hemoglobina y el resto de parámetros principales son normales. Si existe anemia, nos ayudarán a orientar la causa de la misma.

 

Parámetros relacionados con los glóbulos blancos

En el hemograma los glóbulos blancos se llaman leucocitos y el resultado que se ofrece es: por un lado, su número total, y por otro, el número de cada uno de los subtipos de los mismos (en porcentaje o en número absoluto).

 

El número de leucocitos es muy variable. Se afectan por muchos procesos la mayor parte de ellos banales. Solo cantidades extremadamente bajas o altas de leucocitos, que aparecen de manera inesperada, se asocian a problemas de salud relevantes.

 

El tipo de leucocito más relevante son los neutrófilos, que nos defienden de las infecciones. Cifras bajas se ven en muchas situaciones y no suelen ser especialmente relevantes, sobre todo si el paciente está asintomático y no hay una causa aparente. Cifras por debajo de 1000 pueden requerir estudios adicionales. Cifras ligeramente altas se ven en muchas situaciones, incluyendo fumadores habituales.

 

Los linfocitos son el segundo tipo de leucocitos más abundante. Son responsables de la inmunidad más específica y selectiva. También tienen una gran variabilidad y solo cifras muy aumentadas o muy disminuidas que aparecen de manera inesperada pudieran ser relevantes.

 

Los monocitos son células fagocitarias de primera de línea de nuestro sistema de defensa contra las infecciones. Su número también tiene una gran variabilidad y sólo cifras muy llamativas que aparecen de manera inesperada pudieran indicar alguna enfermedad significativa.

 

Los eosinófilos son un tipo de leucocitos que se alteran con cierta frecuencia en pacientes con alergia, asma e infecciones por parásitos. Su elevación puede ser un marcador de las mismas. Cifras bajas de eosinófilos rara vez van a tener un significado por si solas.

 

 

Los basófilos son un tipo de leucocitos en general poco relevantes, siendo marcador habitual de un tipo de enfermedades de la sangre llamadas síndrome mieloproliferativos.

 

Parámetros relacionados con las plaquetas

El número de plaquetas es un parámetro fundamental del hemograma siendo el resto de índices plaquetarios de poco valor. Pequeñas alteraciones del número de plaquetas son muy frecuentes y no suelen indicar problemas relevantes. El número de plaquetas claramente disminuido por debajo de 100.000 por microlitro o claramente aumentado (> 400.000), sin causa aparente, suele requerir estudio.

 

Los contadores hematológicos nos dan automáticamente una serie de parámetros secundarios llamados índices plaquetarios que no tienen valor si la cifra de plaquetas es normal. El volumen plaquetario medio, si está aumentado en un paciente con plaquetas bajas, suele indicar plaquetas jóvenes más grandes de lo normal y apoya que la causa sea un exceso de consumo de las mismas. El plaquetocrito o la curva de distribución plaquetaria tienen una utilidad muy limitada en la orientación de un paciente con una cifra de plaquetas bajas.