¿Quién puede tener asma?
El asma es una enfermedad inflamatoria de los bronquios que se manifiesta clínicamente por tos y disnea con broncoespasmo y variabilidad del flujo aéreo. Puede afectar a cualquier persona aunque los más expuestos son los fumadores.
¿Qué es el asma?
El asma es una enfermedad inflamatoria de los bronquios que se manifiesta clínicamente por tos y disnea con broncoespasmo y variabilidad del flujo aéreo. Se puede detectar en el laboratorio a partir de:
- Hiperreactividad bronquial, ya sea por un test de broncodilatadores positivo o por un test de bronconstricción positivo, habitualmente con metacolina.
- Con la variabilidad del flujo pico mayor del 20% tras inhalar un beta 2 andrenérgico o realizar una prueba de esfuerzo.
No hay que confundir el asma con el pseudoasma, que es la obstrucción al flujo aéreo pero en la laringe. Éste se manifiesta por una disnea de predominio inspiratorio y tos. Aunque es posible que ambas patologías coexistan en un mismo paciente.
Por ahora se desconoce si las comorbilidades que acompañan al asmático pueden incidir en el curso del asma o incluso inducirlo, como son la rinitis, sinusitis, la disfunción laríngea o el reflujo gastroesofágico.
Causas del asma
El asma puede afectar a cualquier persona, aunque los que tienen más posibilidades de tenerlos son los fumadores.
En general, afecta a dos tipos de población general: con base alérgica y sin base alérgica. Los primeros suelen ser más jóvenes mientras que los segundos son adultos con predisposición a infecciones sinusales y broncopulmonares, tos crónica y reflujo gastroesofágico.
En cada paciente asmático es necesario un estudio a fondo de las causas que la motivan y las comorbilidades presentes.
Tratamiento del asma
Se considera que la cura del asma es la desaparición de sus síntomas. Cuando el asma aparece en edades tempranas se puede alcanzar su cura en casi el 90% a través del seguimiento de un tratamiento. Sin embargo, la presencia de hiperreactividad bronquial en más del 50% de asmáticos sin base alérgica puede persistir de por vida. Este hecho condiciona la vigilancia de infecciones del tracto respiratorio y las inhalaciones a las que se somete el paciente, ya sean laborales, humo de tabaco o aerosoles procedentes del tracto digestivo, sean prioritarias a la hora del seguimiento eficaz a largo plazo del asmático.
Según los especialistas en Neumología, el asma no es contagiosa, sin embargo, el estado atópico es un factor hereditario y de primer orden en el estudio y tratamiento del asma.