El acné se define como una enfermedad inflamatoria del folículo pilosebáceo.
¿Por qué aparece el acné?
El acné es un problema que se desarrolla normalmente en los adolescentes y adultos jóvenes, sin embargo, puede persistir hasta la adultez. Esta enfermedad condiciona el aspecto personal, altera la calidad de vida y tiene un impacto psicosocial intenso e impredecible. El acné tiene innegables consecuencias psicosociológicas, las personas afectadas presentan una mayor tendencia a la timidez, al aislamiento social y a la depresión.
Se localiza preferentemente en la cara y en la región superior del pecho y la espalda.
De acuerdo con los especialistas en Dermatología el desarrollo del acné se debe a la compleja interacción de factores genéticos, influencias hormonales, factores dietéticos, contaminación ambiental y estrés, así como a ciertos hábitos higiénicos y al uso de algunos cosméticos.
Tipos de acné
Existen distintos tipos y grados de acné, así como diferentes opciones de tratamientos adecuados para cada caso. El éxito del tratamiento del acné depende de varios factores, entre ellos, un diagnóstico correcto y temprano, la administración de la medicación adecuada que permita minimizar las cicatrices físicas y emocionales, pero fundamentalmente la adherencia del paciente al tratamiento.
Por lo tanto, el abordaje del paciente con acné debe ser amplio, detallado e individualizado teniendo en cuenta el grado de severidad de la enfermedad, el número y tipo de lesiones, la presencia de cicatrices de acné y el impacto psicológico, social y profesional del mismo. Para ello existen distintas opciones terapéuticas tanto locales como sistémicas siempre acompañadas de un adecuado tratamiento cosmetológico adyuvante.
El tratamiento efectivo mejora la autoestima, la timidez y la imagen corporal.
El resultado terapéutico depende de la constancia y de la paciencia del paciente con acné por lo tanto una relación de confianza entre el médico y el paciente es crucial para que éste se sienta apoyado durante el tratamiento.
