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Pérdida de cabello o alopecia: cuándo acudir al especialista

Pérdida de cabello o alopecia: cuándo acudir al especialista

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 30/05/2019

Ante un episodio de caída del cabello se requiere la valoración por un Dermatólogo Especialista en Tricología, el cual detectará si se trata de una caída mayor de pelo, en una zona localizada o bien si es algo difuso, en función de esa falta de cabello. Las personas que crean que están empezando a desarrollar un caso de caso de calvicie, pueden percibir la aparición de picor y/o descamación en el cuero cabelludo como parte del pro-ceso que conlleva la pérdida del pelo. También debe analizarse si hay una variación en la cantidad y calidad del cabello así como de su distribución. La Dra. Fernández-Antón Martínez, Dermatóloga y Experta en Alopecia, nos cuenta los tratamientos que pueden aplicarse ante un caso de alopecia.

 

Cómo detectar si se trata de un episodio de alopecia

La caída del cabello es un problema delicado para un gran número de pacientes; aunque su carácter es de tipo dermatológico, incide en otros niveles de su calidad de vida, especialmente en su afectación a mujeres.

 

Es importante realizar un análisis minucioso del paciente para poder valorar el diagnóstico y así poder adecuar el tratamiento, de una forma precisa y seleccionar aquel que resulte más efectivo. Puede padecerse alopecia relacionada con enfermedades que afectan al folículo pilosebáceo, éstas requieren que un dermatólogo haga una valoración para obtener un diagnóstico específico y así recomendar el mejor tratamiento disponible.

 

Existen dos tipos de alopecia muy frecuentes, como son la alopecia androgénica y el efluvio telógeno. Cuando se realiza el diagnóstico para conocer el tipo de caída de cabello del paciente, es cuando se conoce el pronóstico y el tratamiento adecuado para el caso.

 

La caída del cabello es un problema delicado para un gran número de pacientes

 

Alopecia: qué tipos existen y cómo afectan según el género

Cuando la alopecia es del tipo efluvio telógeno, los pacientes llegan a percibir un aumento de la caída del cabello, especialmente tras actividades cuotidianas como pueden ser lavarse el pelo, peinarse, o poder observar la caída en la almohada o en la ropa. En este caso, este tipo de calvicie puede tener varias causas como origen, como: que la persona esté siguiendo una dieta desequilibrada o hipocalórica, constante estrés, o padecer problemas médicos tras haber dado a luz o aquellos asociados como la anemia.

 

La alopecia androgénica resulta de un proceso el cual se origina por factores hormonales y genéticos, en el cual los folículos pilosos experimentan una miniaturización progresiva, lo cual implica una disminución de la densidad del cabello, que suele empezar en la zona frontal y en la coronilla también en el caso de los varones. Destaca el caso que se da de alopecia frontal fibrosante entre mujeres postmenopáusicas, el cual es la pérdida de cabello en la zona de la diadema; esto suele estar asociado con una pérdida de cejas y a veces también de pestañas.

 

Cuando se trata de una alopecia areata, ésta es del tipo no cicatricial y es de origen autoinmune. Suele darse más comúnmente en los niños y en los jóvenes adultos; puede afectar tanto a las pestañas como a la barba, aunque también en otras áreas cutáneas con pelo en la superficie. En este caso, aquellas zonas donde se cae el pelo este puede repoblarse de forma espontánea o también con la aplicación de un tratamiento.

 

Los tipos de alopecia más comunes son el efluvio telógeno, la androgénica y la alopecia areta, pero también existen otras muchas patologías que pueden producir caída de cabello como el liquen plano pilaris, el lupus discoide, las tiñas, la alopecia frontal fibrosante, la foliculitis decalvante, entre otras. Cuando se da uno de estos casos, la alopecia que se padece es del tipo cicatricial y provoca la pérdida irreversible de los folículos, de esta forma es imprescindible, que en lo antes posible, se realice una correcta valoración dermatológica por parte del personal experto para la realización de un correcto diagnóstico y un tratamiento para esta afección.

 

Formas en que realizar el tratamiento de la caída del cabello

Los tratamientos que se aplican ante un caso de alopecia varían según la tipología de esta, así como cuál es la evolución que ésta esté experimentando, además del nivel de mejora que se esté experimentando.

 

Uno de los fármacos que se utilizan de forma externa como espuma o loción, para así estimular el crecimiento del cabello y la fase de crecimiento folicular es el minoxidil. Éste permite que lleguen más nutrientes, flujo sanguíneo y oxígeno al folículo. Durante este proceso, los folículos en fase de reposo cae dejando paso a que se inicie una nueva fase más prolongada de crecimiento, en ésta los cabellos adquieren un diámetro folicular mayor. Los resultados de este tipo de tratamiento empiezan a percibirse a los 3-4 meses de tratamiento, llegando a su auge a los 12 meses.

 

El tratamiento con minoxidil es fácil y resultado más cómodo de usar. Éste se aplica en formato de espuma o solución sobre el pelo seco del cuero cabelludo, de forma directa a través de cuentagotas, con un pulverizador o con los dedos, de forma uniforme por toda la zona a tratar, y siempre siguiendo la frecuencia que indique el dermatólogo. Habitualmente el tratamiento suele consistir en una 1 ml de solución de minoxidil por cada aplicación, no llegando a superar los 2 ml al día. Es necesario que tras cada aplicación las manos se laven bien, evitando que el producto caiga sobre otras zonas, pues provocaría el crecimiento de vello en éstas.

 

Los tipos de alopecia más comunes son el efluvio telógeno, la androgénica y la alopecia areta

 

En aquellos pacientes cuya densidad capilar es apenas apreciable, se puede proceder a optar por el tratamiento quirúrgico a través del trasplante capilar con micro injertos, produciendo un resultado de carácter totalmente natural. Cuando se va a recurrir a este tipo de operación, el área donante se sutura por medio de una técnica que deja una cicatriz apenas detectable, denominada sutura tricofítica, con la que el cabello puede crecer a través de la cicatriz; las unidades foliculares de esa parte cutánea se separan bajo un microscopio y se implantan en la zona receptora. A través de esta técnica se obtiene una mayor cantidad de folículos para el trasplante y suele ser la que se utiliza en hombres con casos de alopecias extensas, y también en mujeres, pues no existe el requisito de rapar el pelo.

 

 

El uso de hormonas para el tratamiento contra la alopecia

Los andrógenos, hormonas masculinas, son aquellas responsables de que exista una pérdida de la densidad capilar en la patología de alopecia androgénica, de afectación tanto de carácter femenino como masculino. Los antiandrógenos son un tipo de fármaco encargado de la inhibición de la acción de las hormonas masculinas sobre la alopecia androgénica, tanto en el caso femenino como en el masculino.

 

Los antiandrógenos son un tipo de fármaco que inhiben la acción de las hormonas masculinas en la raíz del pelo, mejorando el nivel de densidad capilar. El tipo de antiandrógeno que más se utiliza, y que es el más conocido y que más se usa es el Finasteride, aunque existen alternativas como la Flutamida y el Dutasteride. Este medicamento, el Finasteride, crea un nivel de estabilización del 90% de los pacientes, manifestando una clara mejora en el 70% del total de pacientes que lo toman; especialmente en los casos donde la alopecia esté localizada en la coronilla.

 

Este tipo de medicamento puede aplicarse de dos tipos de forma: bien por vía tópica o por medio oral, en este último caso con dosis de 1 mg al día en varones, y de entre 2,5 mg y 5 mg en mujeres postmenopáusicas. El mecanismo de acción de los antiandrógenos es por medio del bloqueo de la acción de las hormonas masculinas en aquellos folículos del cuero cabelludo. La mejoría con este tratamiento acostumbra a presentar mejoría tras cinco o seis meses tras el inicio del tratamiento, y son óptimos tras el año o un poco más tarde para algunos pacientes. Este fármaco está contraindicado en mujeres en edad fértil, especialmente en el caso de aquellos hombres que quieren descendencia a corto plazo, pues deberían pausar el tratamiento y después volver a tomarlo.

 

El tratamiento de mesoterapia capilar es de los más innovadores y se consigue aumentar la eficacia terapéutica del método desde la primera sesión, casi en la totalidad de los casos. Esta técnica consiste en la realización de múltiples microinfiltraciones de productos específicos eficaces para poder frenar la caída, y a la vez aumentar el grosor de los folículos pilosos y estimular el crecimiento, pues todo en conjunto contribuye al aumento de la densidad del cabello.

Dermatología