Operación ocular mediante cirugía mínimamente invasiva del glaucoma

Operación ocular mediante cirugía mínimamente invasiva del glaucoma

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 06/06/2019

La cirugía mínimamente invasiva del glaucoma (MIGS) es una técnica para operar glaucoma que intenta minimizar el traumatismo quirúrgico, disminuyendo así el postoperatorio y las posibles complicaciones.

 

Cirugía MIGS para glaucoma

Existen diferentes técnicas para proceder a esta cirugía del glaucoma. Las trabeculares, que inciden dentro de la zona de mayor resistencia del paso del humor acuoso; y las mínimamente perforantes, que tienen mejores resultados y que consisten en conectar la parte interna del ojo y el espacio subconjuntival, permitiendo la disminución de la presión intraocular.

Esta cirugía ocular se realiza bajo anestesia tópica que se administra en forma de gotas, y se puede hacer de forma simultánea a la cirugía de la catarata. La operación de glaucoma se realiza de forma ambulatoria, es decir, no exige permanecer una noche de ingreso en el hospital. Como que el postoperatorio no requiere tapar el ojo, el paciente puede empezar desde el primer momento con el tratamiento anti inflamatorio.

Riesgos de la técnica MIGS para glaucoma

Aunque es una cirugía sencilla, no está exenta de riesgos. La hemorragia es la complicación más frecuente, aunque suele ser fácilmente coaptada en el mismo procedimiento.

 

¿Quién se puede someter a una cirugía MIGS para glaucoma?

En principio todas las personas con indicación quirúrgica de glaucoma y catarata, y que no presenten alergia al material del implante que se les va a introducir.

 

Resultados de la técnica MIGS para glaucoma

Los resultados publicados son muy buenos, si bien la reducción de la presión intraocular es menor que con las técnicas filtrantes habituales. La valoración individual de cada caso por parte del oftalmólogo especialista en MIGS, es fundamental para determinar la idoneidad de la intervención y el implante más adecuado en cada caso.

Un punto fuerte a favor de esta cirugía ocular es la reversibilidad de la intervención. Al no haber prácticamente daño sobre los tejidos, en el caso de que la intervención sea insuficiente, siempre se puede llevar a cabo otra cirugía en la zona sin complicaciones.

Oftalmología