La salud cognitiva en las mujeres ha sido un tema de creciente interés en los últimos años, especialmente a medida que se reconocen los factores biológicos que pueden influir en el desarrollo de enfermedades como la Demencia.
Un hallazgo clave en la salud cerebral femenina
Un estudio reciente, publicado en abril de 2025 en Alzheimer’s & Dementia, ha revelado que las mujeres que atraviesan la Menopausia antes de los 40 años enfrentan un mayor riesgo de Deterioro Cognitivo a corto plazo.
Basado en datos del English Longitudinal Study of Ageing (ELSA), este análisis incluyó a más de 4,700 mujeres, y demuestra que la Menopausia precoz podría ser un factor de riesgo independiente para el declive cognitivo, incluso tras considerar otros factores como la Depresión.
Edad de la Menopausia y rendimiento cerebral
Los investigadores clasificaron a las mujeres en tres grupos según la edad al momento de la Menopausia: antes de los 40 años, entre los 40 y 49, y a partir de los 50. Los resultados fueron contundentes: aquellas que experimentaron una Menopausia precoz presentaron puntuaciones más bajas en orientación espacial y temporal, memoria inmediata y diferida, y fluidez verbal.
Este patrón se mantuvo incluso después de ajustar por síntomas depresivos y otros factores modificables, lo que sugiere que el cese de la menstruación temprana podría tener un efecto directo sobre la salud del cerebro.
En contraste, las mujeres que tuvieron una Menopausia más tardía (después de los 50 años) no sólo obtuvieron mejores resultados cognitivos, sino que superaron incluso a los hombres de su misma edad, destacando la relevancia de las hormonas sexuales femeninas en la protección cognitiva.
El papel de la Depresión
Si bien la Depresión fue más común en mujeres con Menopausia temprana, el estudio encontró que este factor no explica por completo el mayor riesgo de Deterioro Cognitivo. Ajustando los análisis para síntomas depresivos, los investigadores confirmaron que la Menopausia precoz seguía asociándose de manera significativa con un peor desempeño mental.
Esto apunta a mecanismos biológicos más profundos, como la caída temprana y prolongada de los niveles de estrógeno, una hormona clave para funciones cerebrales como la memoria, la sinapsis neuronal y el manejo del Estrés.
Reevaluando el papel neuroprotector de la Terapia Hormonal
El uso de Terapia Hormonal Sustitutiva (THS) es una estrategia común para aliviar síntomas de la perimenopausia. Sin embargo, en este estudio, el uso de THS no se asoció con beneficios claros en la función cognitiva.
De hecho, algunos datos preliminares sugieren que iniciar esta terapia antes de la Menopausia natural podría estar relacionado con un aumento de los síntomas depresivos, aunque se requieren más investigaciones para confirmar esta observación.
Estos hallazgos ponen en duda la efectividad de la THS como medida de protección cerebral en mujeres que atraviesan un fallo ovárico definitivo.
El historial reproductivo también importa
Más allá de la edad de la Menopausia, el estudio exploró otros factores reproductivos que influirían en la salud cognitiva:
- Mayor duración del periodo reproductivo (más años entre la primera menstruación y la Menopausia) se asoció con mejor memoria inmediata y fluidez verbal
- Mayor número de Partos vivos también se vinculó con mejores resultados en tareas cognitivas, posiblemente por influencias hormonales o psicosociales derivadas de la maternidad
- En cambio, los antecedentes de Abortos Espontáneos o Partos Prematuros se asociaron con un peor desempeño en orientación temporal
Estos datos sugieren que una exposición hormonal prolongada a lo largo de la vida podría ejercer un efecto neuroprotector
Diferencias cognitivas entre hombres y mujeres
Comparando mujeres con Menopausia tardía y hombres de edad similar, las primeras mostraron ventajas cognitivas claras. Las mujeres no sólo reportaron menos síntomas depresivos, sino que también destacaron en memoria y fluidez verbal frente a sus pares masculinos.
Aunque los hombres presentaron niveles generales de Depresión más bajos, su desempeño cognitivo fue inferior, lo que resalta la posible protección que ofrecen las hormonas sexuales femeninas, además de evidenciar la influencia de factores sociales, educativos y de estilo de vida en el envejecimiento cerebral.
Implicaciones clínicas: ¿qué sigue?
Este descubrimiento tiene importantes consecuencias para la prevención de Enfermedades Neurodegenerativas. Las mujeres que experimentan Menopausia antes de los 40 años deberían ser consideradas un grupo prioritario para estrategias de vigilancia cognitiva y medidas preventivas tempranas.
También, el estudio subraya la necesidad de desarrollar enfoques personalizados que tomen en cuenta la historia reproductiva, los antecedentes de salud mental y los factores hormonales al diseñar programas de prevención de Demencia en mujeres.
Entender cómo la vida reproductiva influye en el cerebro puede abrir nuevas puertas para intervenciones específicas por sexo y edad, contribuyendo a un envejecimiento saludable y a una mejor calidad de vida en la tercera edad.
Hacia una prevención integral
Además de los factores biológicos, es necesario considerar el impacto psicosocial en la salud cognitiva de las mujeres. Estudios complementarios sugieren que el Estrés Crónico asociado a la Menopausia precoz (como Duelos por Infertilidad no deseada, presiones sociales o cambios abruptos en la identidad femenina) podría exacerbar el Deterioro Cognitivo al interactuar con los cambios hormonales.
Esta perspectiva integradora refuerza la necesidad de abordar no sólo los mecanismos fisiológicos, sino también el bienestar emocional y el apoyo social en mujeres con Menopausia temprana. Por ejemplo, intervenciones multidisciplinarias que combinen seguimiento con Ginecólogos, Neurólogos, Endocrinólogos y Psicólogos podrían mitigar riesgos y empoderar a las pacientes en su proceso de envejecimiento cerebral.