Medicina Est-Ética

En la sociedad actual, la imagen es cada vez más importante, es nuestra tarjeta de visita. Pero cuidar nuestra imagen no se debe hacer por los demás, sino para sentirse bien con uno mismo porque ¿sabías que sentirse bien consigo mismo influye en el estado de ánimo?

La belleza no deja de ser un estado de ánimo que de una u otra forma depende de la autoestima y a su vez, uno de los factores que repercute en la autoestima es el verse, y sentirse, bien. Tanto es así que el modo de interactuar con los demás depende en mayor parte de nuestro estado de ánimo puesto que si no disponemos de confianza en nosotros mismos no nos sentimos bien y no nos aceptamos, siendo entonces incapaces de proyectarnos correctamente en nuestra relación con los demás.

Cuando uno está mal, en crisis, necesita activar la autoestima. ¿Y la estética qué es? Es ilusión, es la sensación de sentirse uno bien y ahí es donde los especialistas en Medicina Estética, como profesionales de la salud y de la imagen, pueden ayudar.

La percepción individual de la belleza influye, y mucho, en el nivel de satisfacción personal e incluso más allá del estado de ánimo. En este sentido, podemos asegurar que la belleza estará condicionada por el estado de salud. Si nos cuidamos a diario, nos alimentamos correctamente, mantenemos un peso saludable, dormimos lo suficiente, realizamos un mínimo de actividad física y llevamos una vida ordenada, nos va a hacer sentir mejor con nosotros mismos y, por tanto, ser más felices y esa felicidad acabamos proyectándola en nuestro entorno.

Tal y como dicen: “la cara es el espejo del alma”. Si además se asume desde el principio que el paso de los años es inevitable y que eso no tiene por qué hacernos perder belleza se puede afirmar que los especialistas “no tratan arrugas, sino estados de ánimo”; pues más allá de aplicar tratamientos nutricionales y médico estéticos, se realiza una verdadera labor de medicina preventiva puesto que se ayuda al paciente, sin dramatizar ni crear problemas donde no existen,  a mantener una imagen estética adecuada y un peso corporal correcto. Gracias a esto se contribuye, no solo a vernos mejor, sino a sentirnos mejor, incrementando el bienestar personal y por consiguiente a una mejor salud en general. Y eso, al final, es lo que proyectamos en nuestro entorno.

En la sociedad actual, la imagen es cada vez más importante, es nuestra tarjeta de visita. Pero cuidar nuestra imagen no se debe hacer por los demás, sino para sentirse bien con uno mismo porque ¿sabías que sentirse consigo mismo influye en el estado de ánimo?

La belleza no deja de ser un estado de ánimo que de una u otra forma depende de la autoestima y a su vez, uno de los factores que repercute en la autoestima es el verse, y sentirse, bien. Tanto es así que el modo de interactuar con los demás depende en mayor parte de nuestro estado de ánimo puesto que si no disponemos de confianza en nosotros mismos no nos sentimos bien y no nos aceptamos, siendo entonces incapaces de proyectarnos correctamente en nuestra relación con los demás.

Cuando uno está mal, en crisis, necesita activar la autoestima. ¿Y la estética qué es? Es ilusión, es la sensación de sentirse uno bien y ahí es donde los especialistas en Medicina Estética, como profesionales de la salud y de la imagen, pueden ayudar.

La percepción individual de la belleza influye, y mucho, en el nivel de satisfacción personal e incluso más allá del estado de ánimo. En este sentido, podemos asegurar que la belleza estará condicionada por el estado de salud. Si nos cuidamos a diario, nos alimentamos correctamente, mantenemos un peso saludable, dormimos lo suficiente, realizamos un mínimo de actividad física y llevamos una vida ordenada, nos va a hacer sentir mejor con nosotros mismos y, por tanto, ser más felices y esa felicidad acabamos proyectándola en nuestro entorno.

Tal y como dicen: “la cara es el espejo del alma”. Si además se asume desde el principio que el paso de los años es inevitable y que eso no tiene por qué hacernos perder belleza se puede afirmar que los especialistas “no tratan arrugas, sino estados de ánimo”; pues más allá de aplicar tratamientos nutricionales y médico estéticos, se realiza una verdadera labor de medicina preventiva puesto que se ayuda al paciente, sin dramatizar ni crear problemas donde no existen,  a mantener una imagen estética adecuada y un peso corporal correcto. Gracias a esto se contribuye, no solo a vernos mejor, sino a sentirnos mejor, incrementando el bienestar personal y por consiguiente a una mejor salud en general. Y eso, al final, es lo que proyectamos en nuestro entorno.

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