Marcapasos cardíaco, tipos y operación

Marcapasos cardíaco, tipos y operación

Top Doctors
La redacción de Top Doctors
Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 12/06/2019

Un marcapasos es un dispositivo electrónico diseñado para resolver determinados problemas del ritmo cardiaco mediante la generación de impulsos eléctricos capaces de estimular y producir las contracciones del corazón adecuándolas a las necesidades del paciente cuyo sistema cardiaco autónomo de generación de impulsos está dañado por diferentes causas. El marcapasos se compone de una carcasa metálica de tamaño poco mayor que un reloj de pulsera, que contiene complejos circuitos electrónicos y una batería (generador), y uno o varios electrodos (cables) que, desde el generador, alcanzan el interior del corazón a través de unas venas, y transmiten al corazón los impulsos generados en el interior de la carcasa.

 

Problemas cardíacos que hacen necesaria la colocación de un marcapasos

 

En general los marcapasos están indicados para los trastornos del ritmo cardiaco que producen una disminución anormal de la frecuencia cardiaca, y principalmente son dos las causas: La disfunción del nódulo sinusal (en el que se originan los impulsos cardiacos) produciendo ausencia o disminución de latidos, o el fallo en la conducción de los impulsos hasta el músculo cardiaco. Adicionalmente, algunas arritmias auriculares con respuesta ventricular lenta pueden producir síntomas cardiacos que se resuelven con la colocación de un marcapasos. Por último, existen arritmias que producen frecuencia cardiaca muy rápida. En tales casos se puede “quemar” una parte del sistema autónomo de conducción para evitar la taquicardia, previo implante de un marcapasos que garantice la contracción de los ventrículos.

Marcapasos, riesgos y complicaciones

 

Las complicaciones precoces son muy poco frecuentes. En el momento de la inserción del marcapasos se pueden producir laceraciones arteriales y venosas, neumotórax y perforación ventricular con o sin taponamiento cardiaco, suponiendo entre todas ellas una incidencia menor del 1%. Más tardiamente puede ocurrir dislocación de un electrodo que comporta la necesidad de recolocación, trombosis de las venas del brazo, y problemas en la herida de los que el más importante es la infección, que requiere la retirada del sistema. Estas complicaciones más tardías son también muy poco frecuentes.

 

Duración de un marcapasos

 

Dependiendo del tipo de marcapasos instalado, y de la necesidad del mismo por parte del paciente, la vida media de los marcapasos varía entre 6 y 11 años aproximadamente: Por un lado, los marcapasos más sofisticados, en general consumen más energía y su batería dura menos tiempo. Por otro, si todos los latidos son producidos por el estímulo del marcapasos (el paciente no produce latidos espontáneamente), obviamente la batería se agotará más precozmente. Una vez que en los controles que se realizan periódicamente interrogando con un dispositivo externo al propio marcapasos, se detecta que la vida restante del marcapasos es inferior a 3-4 meses, se indica el cambio del generador que se realiza de forma electiva, y consiste en exponer quirúrgicamente con anestesia local el dispositivo, desconectar el generador del electrodo, y conectar un nuevo generador al mismo electrodo, cerrando la herida cuando se comprueba que el sistema funciona correctamente.

 

Colocación de marcapasos

 

Como se ha apuntado anteriormente, cuando se detecta un tipo de arritmia susceptible de ser tratada con un marcapasos, es imprescindible precisar el tipo de dispositivo a implantar a fin de garantizar el funcionamiento más fisiológico posible del corazón. Decidido el tipo de marcapasos, mediante una pequeña incisión con anestesia local se deben instalar en el corazón a través de las venas próximas a la clavícula uno o dos electrodos con control radioscópico. Una vez instalados los electrodos, se comprueba que los parámetros eléctricos de los mismos son adecuados, se conectan al generador y se cierra la herida quirúrgica.

 

Marcapasos, cuidados del postoperatorio

 

Antes de la intervención, en la medida de lo posible, se debe normalizar la coagulación (la mayoría de los pacientes que requieren marcapasos siguen tratamiento anticoagulante o con antiagregantes plaquetarios) para reducir las complicaciones hemorrágicas y los hematomas de la herida que podrían suponer un problema por sí mismos y por sufrir infección secundaria. Después del implante los pacientes deben ser revisados ambulatoriamente para adaptar el consumo de energía del marcapasos a los parámetros analizados con el programador/analizador externo, y prolongar la vida del dispositivo el máximo posible. La inmensa mayoría de pacientes portadores de marcapasos, reanudan sus actividades normales en el plazo de una semana. Sin embargo deben evitar todo contacto físico brusco en la zona del marcapasos ya que el cable o el dispositivo podrían resultar dañados. Se deben evitar tratamientos por diatermia, exploraciones de resonancia magnética (salvo en los modelos compatibles), Y ablación transuretral con aguja. En general se recomienda que, antes de someterse a cualquier procedimiento clínico, se indique al especialista que lo va a realizar, que se es portador de un marcapasos ya que algunos procedimientos pueden afectar el funcionamiento del marcapasos.

Por último, a los pacientes a quienes se implanta un marcapasos, se les debe proporcionar una “guía del paciente portador de marcapasos” editada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, que les aclarará la práctica totalidad de sus dudas.