¡Mantén a raya tu linfedema!

¡Mantén a raya tu linfedema!

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La redacción de Top Doctors
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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 26/03/2019

El tratamiento de la enfermedad crónica del linfedema es de por vida. Sin embargo, los pacientes abandonan el tratamiento debido al constante cuidado que se tiene que tener a diario.

 

Tras obtener unos óptimos resultados durante años, en el Instituto Fisiomédico proponemos un protocolo en el tratamiento del linfedema. No basta solo con el tratamiento intensivo y la manga compresiva, el linfedema es oscilante, por lo que tenemos que planificarlo de forma inteligente.

 

Los principales puntos a tener en cuenta son:

linfedema
El linfedema es oscilante y hay que planificarlo de forma inteligente

 

  • En el Instituto Fisiomédico optamos por el Método Godoy, el drenaje linfático más efectivo, que consigue reducciones de mínimo la mitad en una semana.
  • Planificación en las sesiones de seguimiento.
  • Control paciente-terapeuta del linfedema.
  • Incorporación de actividad física a la vida con ejercicios beneficiosos.
  • Control del IMC (índice de masa corporal) y de una alimentación sana.
  • Planificación de estrategia en vacaciones y viajes.
  • Análisis de distintos tipos de compresión (buscando el más favorecedor y marcando la estrategia de compresión según hábitos).
  • Coaching personal de lo que supone para un paciente el linfedema, asimilación y afrontamiento de la enfermedad.
  • Incorporación a talleres educativos sobre la enfermedad.

 

 

Así pues, el tratamiento del linfedema no es solo drenaje linfático, vendaje o manguito de compresión, sino que tiene que tener unas fases de tratamiento para conseguir su normalización. En el Insistuto Fisiomédico las fases se resumen en:

 

  • Fase intensiva (según resultados se planifica una segunda fase). 
  • Control de seguimiento hasta segunda fase intensiva e incorporación de hábitos y actividades potenciadores en la reducción del linfedema.
  • Segunda fase intensiva; más de la mitad de la reducción.

 

Conseguida la normalización, lo que aumenta es el control del seguimiento por parte del paciente y del terapeuta, ya que con un buen control la estrategia enseñada durante el tratamiento y el conocimiento de signos de alerta para control del linfedema por parte del paciente es fundamental, a así como la comunicación abierta con el equipo de terapeutas para resolver las dudas.

 

Para más información, consulta con un especialista en Fisioterapia.