Lo que debe saber sobre implantes dentales
El implante dental es uno de los avances más importantes que ha sufrido el mundo de la cirugía oral en los últimos 40 años.
Qué es el implante dental y cuáles son sus ventajas
El implante dental es un dispositivo similar a un tornillo que está recubierto por una superficie de titanio. El uso del titanio para esta técnica fue descubierto por el Dr. Branemark, quien se percató de que el titanio es un metal compatible con el hueso, que al entrar en contacto con él crea un mecanismo de osteointegración permitiendo la inserción del tornillo en el hueso. Unos meses después, el hueso “abraza” el tornillo de titanio y lo fija para toda la vida como si de la raíz dental natural del paciente se tratara.
El implante dental está diseñado para sustituir la falta de uno o de varios dientes. Cuando un paciente acude para rehabilitarse el espacio dental, los expertos en Cirugía Oral y Maxilofacial colocan un implante en esta zona sin dañar los dientes adyacentes.
Implantes dentales: paso a paso
El mecanismo de introducción del implante dental consiste en una cirugía que precisa de anestesia local. Utilizan unas “minifresas” precisas y milimetradas para realizar el agujero en el lugar en el que se va a implantar el tornillo. Acto seguido, se coloca el implante y queda fuerte y fijo en el momento, que se fusionará con el hueso del paciente pasados dos o tres meses tras el procedimiento.
Cuando haya pasado este periodo de tiempo, el paciente vuelve a acudir al especialista para que se le aplique una prótesis sobre el implante, con un dispositivo que la atraviesa mediante un tornillo, quedando fijo para toda la vida.
Esto también se puede realizar con cementos con el fin de que el resultado quede más estético.
Los implantes solventan la falta de uno, dos o más dientes. Dan muchas posibilidades: se pueden hacer prótesis que abarquen todo un abanico de dientes, y con tan sólo cuatro implantes se podría sustituir toda una arcada superior o inferior completa, e incluso, sustituir una pérdida de tres dientes con dos implantes.
En la actualidad, es la solución más funcional, estética y definitiva para la sustitución de la pérdida dental.
Pre y post-operatorio del implante dental
Antes de realizar una cirugía de implantes dentales, es preciso realizar una historia clínica del paciente para conocer sus antecedentes de riesgo, enfermedades, operaciones anteriores y medicación que ingiere. Esto último es importante porque en función de la medicación que tome, como antiagregantes o anticoagulantes, habría que retirarlas en los días previos a esta cirugía.
También, se administra antibiótico una hora antes de la intervención para asegurar que no haya bacteriemias en sangre.
El post-operatorio de un implante dental es muy llevadero, similar o incluso menor que el de extracción de un diente, ya que al extraerlo se daña y se deja abierta la zona quirúrgica. Sin embargo, con un implante dental, se sella la zona intervenida y la inflamación es mínima.
El paciente deberá colocarse hielo y frío durante las 24 horas tras la cirugía, y tomar antibióticos durante la semana después. No obstante, puede incorporarse a su rutina al día siguiente sin problemas.
Mantenimiento de los implantes dentales
Los cuidados que el paciente debe seguir tras un implante dental son similares a los que tiene con sus dientes naturales. Lo más importante es el mantenimiento de una buena higiene oral, cepillando los dientes tras cada comida, ya que la comida también puede introducirse entre los dientes y causar inflamación. También, deberá acudir al odontólogo mínimo una vez al año para que revise la prótesis: que esté bien adaptada y no se mueva con el fin de evitarinflamaciones de la encía, perimplantitis, etc…
En definitiva, los mantenimientos básicos de un implante son parecidos al de una dentadura original.
¿Cuál es la mejor opción ante la pérdida de dientes?
Si queremos comparar las diferentes opciones para rehabilitar la falta o pérdida de dientes, existen las siguientes opciones además del implante dental:
- Puentes fijos: esta técnica tiene el inconveniente de que hay que dañar los dientes adyacentes a la zona que se quiere rehabilitar: hay que pulir la corona del diente, darle una forma concreta, colocar la prótesis y que se adapte para ganar un diente. En resumen, se gana un diente pero se pulen los dos adyacentes. Es una opción posible, pero no la mejor para el paciente.
- Prótesis removibles: consisten en unos anclajes que se sujetan en los dientes sanos del paciente, aguantando las fuerzas de masticación y de tracción que puedan realizar los movimientos de la boca. También, llevan unas plataformas para repartir la fuerza de masticación, que no deja de incomodar al paciente ya que al tener estas plataformas de resina que cubren de forma parcial o total el paladar, quitan el sabor a los alimentos, rozan la encía, y desgastan el hueso subyacente. Es una buena solución a corto plazo, pero con el tiempo se hace más trabajosa y se hipotecan los demás dientes para ganar los que faltaban.
Finalmente, la solución con implantes en la que sólo se rehabilita la zona en la que hay falta de dientes, es actualmente la mejor solución que los especialistas pueden ofrecer al paciente.