Liposucción en busca de resultados permanentes

La liposucción es una técnica de cirugía estética que se utiliza para eliminar la grasa corporal no deseada. Permite remodelar la silueta a través de la extracción de grasa mediante algunas técnicas, como vamos a poder comprobar en este artículo. Es ideal para la gente con normopeso (peso normal de una persona que le permite estar sana y gozar de cierta calidad de vida) y con un acumulo de grasa desproporcionada en zonas localizadas. La liposucción es también ideal para aquellos que tienen una buena calidad de piel, es decir que no presentan flacidez o grandes estrías.

Hoy en día se utiliza la técnica tumescente (con la fórmula de Klein) que consiste en infiltrar la zona a tratar con un vasoconstrictor disuelto en suero salino, para lo que se utilizan cánulas muy finas. Los liposuctores varían desde Lipolaser hasta vibroliposuctor, dependiendo de las zonas a tratar. El tratamiento de la liposucción y la recuperación también varía según el tratamiento y el tipo de anestesia.

El paciente tarda entre una y dos semanas en recuperarse, dependiendo de la extensión, de las zonas a tratar y de la cantidad de grasa a extraer, aunque en muchas ocasiones la recuperación es inmediata. El resultado final se aprecia a partir de los seis meses y también depende de qué tratamientos complementarios se den en el postoperatorio.

La liposucción es la única técnica que garantiza un resultado permanente, siempre y cuando el paciente mantenga el mismo peso. En el caso de que se produzca un aumento de peso, esa zona aumentaría pero proporcionada con la lipoescultura conseguida.