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Las hemorroides y el embarazo

Las hemorroides y el embarazo

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La redacción de Top Doctors
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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 06/06/2019

¿Por qué son más frecuentes las molestias hemorroidales durante el embarazo?

Las hemorroides ya son una patología frecuente en la población general, lo que sucede en la mujer embarazada es que se producen una serie de cambios fisiológicos y metabólicos que favorecen cosas como el empeoramiento del estreñimiento, la dificultad evacuadora y una dificultad del retorno venoso a nivel de la zona pélvica y de las extremidades inferiores que progresivamente pueden hacer que, o bien se desarrollen hemorroides o bien empeoren síntomas hemorroidales que padecía de forma previa la paciente embarazada.

¿Qué hay que hacer durante el embarazo y después del embarazo?

Durante, el mismo embarazo nos condiciona un poco las opciones terapéuticas a ofrecer, que básicamente es tratamiento médico conservador que incluye suplementos dietéticos con fibra y líquidos, la utilización de pomadas tópicas con anestésicos locales y antiinflamatorios y sustancias vasotónicas que favorecen el retorno venoso. 

Después del parto es cuando realmente se hace un planteamiento de cómo está la paciente. En algunos casos toda la sintomatología se resuelve y la paciente queda asintomática, con lo cual no habría que hacer nada más. Pero en algunos, y con cierta frecuencia, la sintomatología persiste. Básicamente hay sangrado, inflamación, picor y bultos que se inflaman y desinflaman con periodicidad. En estos casos es cuando consideramos indicado ir a un especialista, para que lleve a cabo una correcta exploración y diagnóstico del grado de hemorroides para, de esta forma, poder indicar también el mejor tratamiento de forma individualizada para cada caso. 

¿Cuándo está indicada la cirugía?

La indicación quirúrgica nos la dan nuestras pacientes. Cuando tenemos una paciente cuya sintomatología no conseguimos controlar con los tratamientos médicos conservadores es cuando les recomendamos pasar por quirófano. Y en cuanto a las opciones de cirugía nosotros, desde hace ya años, nos apoyamos en la energía láser. Inicialmente utilizábamos el láser CO2 que cortaba muy bien pero tenía un potencial de coagulación menor y eso, cuando se trata de operar zonas tan vascularizadas como la zona hemorroidal, no deja de ser un inconveniente. En los últimos años hemos desarrollado la cirugía con diodo-láser que tiene un potencial de coagulación mucho mayor y en las cirugías prácticamente no vemos ni una gota de sangre. En cuanto a las diferentes técnicas, en el caso de hemorroides internas utilizamos la foto-coagulación, con la que se consigue eliminar el tejido hemorroidal sin heridas. Simplemente hay una pequeña úlcera, una quemadura, y el post-operatorio es prácticamente indoloro. En aquellos casos de hemorroides más desarrolladas, externas y que tienen una hipertrofia de tejido que hay que extirpar, utilizamos el diodo-láser en versión de contacto, una especie de bisturí eléctrico pero utilizando la energía láser, que no quema tanto los tejidos, lo cual se traduce en menor inflamación y menor dolor en el post-operatorio.

Cirugía General