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La trombosis y la embolia

La trombosis y la embolia

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 01/05/2019

La trombosis se produce por un coágulo de sangre que se obstruye en una arteria o vena. Cuando este coágulo se desplaza a través de los vasos y obstruye uno que sea menor que su tamaño, estamos ante una embolia.

Trombosis y embolia: ¿Qué son?

La trombosis es una coagulación de la sangre dentro de una arteria o una vena debido a una alteración del vaso, como un proceso inflamatorio, una estenosis o estrechez. A su vez, esto produce una disminución de la velocidad sanguínea y una alteración de la coagulación de la sangre.

Los motivos más frecuentes de una trombosis arterial son la diabetes, la hipertensión, los niveles de colesterol y triglicéridos demasiado altos o el tabaquismo u otra drogadicción. A nivel venoso, la trombosis se puede deber a un proceso inflamatoria de la vena, una disminución de la velocidad de la sangre como en las varices o a una alteración de la coagulación de la sangre.

La embolia, en cambio, es un coágulo de la sangre que se produce en una zona determinada de nuestro organismo y se desplaza a través de las arterias y venas hasta obturar un vaso que es de menor calibre que el mismo coágulo. Tanto la trombosis como la embolia provocan que la zona obstruida carezca del flujo sanguíneo necesario.

 

¿Cómo se manifiestan la trombosis y la embolia?

Una trombosis o embolia arterial provocarán, si es en una extremidad, un dolor intenso por la falta de riego sanguíneo, una palidez con disminución de la temperatura externa y una pérdida de fuerza y movilidad en el brazo o pierna. Si ocurre en una arteria de corazón, puede provocar un infarto de miocardio, lo que puede incluso complicarse y dar lugar a un paro cardíaco.

Si la falta de riego ocurre en el cerebro, estaremos delante de un accidente vascular cerebral o ictus. Dependerá de su extensión y localización, este será más o menos grave, pero un infarto cerebral puede derivar en una hemorragia o “derrame”, que complicaría la lesión.

Por otro lado, existen embolias que llegan a obstruir una arteria del pulmón (lo que se conoce como embolia pulmonar). Esto provoca una insuficiencia respiratoria aguda y, en algunos caso, provoca la muerte por colapso cardiorespiratorio. El 99% de las embolias pulmonares se producen por trombosis en los miembros inferiores.

 

¿Qué es una trombofeblitis?

Comúnmente llamada “feblitis”, es una trombosis una variz o vena superficial. Aparece como un cordón duro, con relieve en la piel, rojo, y doloroso por culpa de la coagulación de la sangre dentro de este vaso. Se trata de una complicación frecuente de las varices, pero el riesgo está en que la trombofeblitis ocurra en una vena safena, ya que estas comunican con el sistema venoso profundo y esto podría provocar una embolia pulmonar.

En estos casos se procede a descoagular al paciente y a desconectar quirúrgicamente la vena con trombofeblitis. Es desaconsejable esclerosar una vena safena para tratar la insuficiencia venosa, ya que existe la probabilidad de provocar una embolia pulmonar por la trombosis reducida por la espuma de la esclerosis. Por lo tanto, aunque la esclerosis resulta útil en varis de mediano y pequeño calibre, las venas safenas siempre se tratarán quirúrgicamente.

Cirugía Vascular