La rodilla es la articulación más afectada por la artrosis

La rodilla es la articulación más afectada por la artrosis

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 15/06/2019

La artrosis es una enfermedad degenerativa que afecta las articulaciones y que produce la pérdida del cartílago articular, popularmente conocido como desgaste de la articulación. El Dr. Strauch, experto en Traumatología, habla sobre esta patología y su tratamiento.

 

Qué es el cartílago y cómo se trata

El cartílago es la estructura que recubre la superficie de los huesos en la articulación. Esta es la que se ve afectada por la artrosis. Esta estructura, que es muy deslizante, también puede verse afectada por lesiones tras un traumatismo, lo que se denomina lesión osteocondral. Estas lesiones solo afectan al cartílago y el tratamiento varía en función del grado y tamaño de la lesión, consistiendo en rellenar el defecto del cartílago. En muchos de los casos es suficiente usar una técnica denominada microfracturas, que consiste en unas perforaciones en la lesión mediante artroscopia con la finalidad de estimular el crecimiento de tejido cicatricial fibroso. Algunas veces es necesario realizar un autotrasplante de cartílago, mediante la técnica de mosaicoplastia, en la que se trasplantan fragmentos de cartílago sano de la misma rodilla al defecto cartilaginoso. Estos fragmentos se obtienen de áreas de la rodilla que no reciben carga de forma habitual, por lo que no conlleva ninguna complicación. En casos de lesiones grandes puede ser necesaria la implantación de una capa de cartílago cultivado en un laboratorio genético. Esta capa se consigue multiplicando células cartilaginosas del propio paciente conseguidas en una primera intervención. En una segunda intervención esta capa (matriz) es implantada en la rodilla.

 

Qué es la artrosis de rodilla

La artrosis primaria es una enfermedad degenerativa que afecta con más frecuencia a la rodilla que a las otras articulaciones. A pesar de conocer factores causantes como la obesidad, las deformidades hereditarias o la malnutrición, en ocasiones la causa permanece desconocida y es entonces cuando denominamos la artrosis como primaria. Esta patología afecta, en la mayor parte, a personas de edad avanzada ya que sufren el deterioro progresivo de una o ambas rodillas.

El cartílago es la estructura que se ve afectada por la artrosis, siendo la rodilla la articulación más perjudicada

 

En otras ocasiones se puede identificar el factor causante de la artrosis y esta se denomina entonces como artrosis secundaria. Esta patología suele aparecer años después de que ocurra el factor causante. La artrosis puede ser secundaria a una fractura, una infección o una deformidad adquirida. Esta enfermedad suele darse también en personas que han sido operadas del menisco con resección del mismo, que han sufrido lesiones ligamentosas o en aquellos pacientes afectados de una enfermedad reumatológica.

 

Síntomas de la artrosis de rodilla

Sea una artrosis primaria o secundaria, los síntomas que presentan los pacientes son siempre los mismos:

  • Dolor de la articulación
  • Rigidez de la articulación
  • Deformidad de la rodilla

 

La intensidad de los síntomas varía en cada paciente, por lo que podemos encontrar pacientes con molestias puntuales que pueden seguir con su actividad diaria o, casos más extremos, en los que los pacientes presentan cuadros de mucho dolor con deformidad severa que limita su actividad diaria afectando a la capacidad de caminar.

 

Tratamiento para artrosis de rodilla

El tratamiento es diferente en función de la afectación de cada paciente, pero siempre tiene como objetivo restaurar la funcionalidad de la articulación y adecuar la rodilla a las necesidades del paciente. Los diferentes tratamientos pueden agruparse en dos grupos, teniendo en cuenta la técnica empleada:

  • Tratamiento conservador: este evita la intervención quirúrgica, incluyendo tratamiento farmacológico con analgésicos y antiinflamatorios. También se aplica fisioterapia e infiltraciones articulares, ya sean de corticoides, ácido hialurónico o factores de crecimiento plaquetarios.
  • Tratamiento quirúrgico: este se basa en técnicas que conservan la articulación o técnicas para sustituirla. Entre las que conservan la articulación, pueden aplicarse en defectos de cartílago limitados a un área determinada y en rodillas que cumplen una serie de condiciones de estabilidad. Este tratamiento se basa en rellenar el defecto cartilaginoso, mediante un autotrasplante de cartílago, o bien, con la creación de una cicatriz fibrosa mediante microfracturas. Esto se puede hacer mediante artroscopia, sin requerir que se abra la articulación y exponer la articulación. Otras técnicas mediante las que se puede intervenir es la osteotomía de la rodilla, que corrige la desviación del eje de la rodilla.

 

Las técnicas que sustituyen la articulación se basan en la colocación de una prótesis articular, eliminando la superficie deteriorada y colocando la prótesis compuesta por componentes metálicos. Estos componentes se articulan mediante un componente de polietileno muy duro y resistente. Estas prótesis pueden ser parciales si se sustituye solo un compartimiento de la rodilla, o totales cuando se sustituye toda la articulación.