La radiofrecuencia también es efectiva en el tratamiento de la artrosis de rodilla
La artrosis de rodilla, también llamada gonartrosis, es una de las patologías articulares más comunes en la edad avanzada. Se caracteriza por ocasionar dolor, rigidez e incapacidad funcional en la mayoría de casos, dificultando las actividades de la vida diaria.
La incidencia de esta patología articular está estrechamente relacionada con la edad. De hecho, según un estudio de la Sociedad Española de Reumatología (SER) sobre la prevalencia de enfermedades reumáticas, en España se estima una prevalencia de artrosis de rodilla sintomática del 10,2% (14% en mujeres y 5,7% en hombres). Además, existe una prevalencia de artrosis detectada por radiografía de más del 60% de la población en personas alrededor de los 65 años y de más del 80% de la población en mayores de 75 años. Así pues, los principales factores de riesgo de la artrosis de rodilla son:
- Sexo femenino
- Mayor de 50 años
- Obesidad
Tratamiento de la artrosis de rodilla
Aunque la mayoría de los pacientes en estadios leves o con dolor moderado responden a los tratamientos conservadores (reposo relativo, terapia física, abordaje farmacológico), a veces éstos pueden fallar o los efectos secundarios pueden ser intolerables, por lo que se debe recurrir a la cirugía.
Sin embargo, hay algunos pacientes que, ya sea porque presentan varios trastornos aparte de la artrosis, porque no quieren someterse a la intervención o porque están en lista de espera, no están indicados para el tratamiento quirúrgico de la artrosis de rodilla. Así pues, teniendo en cuenta que el número de pacientes con esta patología irá aumentando debido al envejecimiento de la población, es necesario recurrir a tratamientos alternativos a los convencionales.
La radiofrecuencia (RF) de nervios geniculados es una técnica intervencionista mínimamente invasiva que está siendo cada vez más utilizada en las Unidades del Dolor. Los nervios geniculados son las ramas nerviosas de alrededor de la articulación de la rodilla, son exclusivamente sensitivos y se pueden localizar con facilidad a través de la piel.
El procedimiento se realiza mediante fluoroscopia para obtener imágenes a tiempo real y con un neuroestimulador sensitivo-motor, un dispositivo que se implanta quirúrgicamente y cuya función es generar suaves impulsos eléctricos que llegan al espacio epidural para alterar los mensajes de dolor antes de éstos que lleguen al cerebro.
Así pues, el tratamiento con radiofrecuencia en los nervios geniculados de alrededor de la cápsula articular de la rodilla podría ser una alternativa eficaz y con pocas complicaciones en pacientes con dolor moderado-severo por artrosis de rodilla.