La función del suelo pélvico: ¿Por qué es tan importante?

La función del suelo pélvico: ¿Por qué es tan importante?

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 13/06/2019

El suelo pélvico está formado por un conjunto de ligamentos y músculos que cubren la pelvis en su parte inferior, cerrando la cavidad abdominal. Están organizados en diferentes planos, unos más superficiales y otros más profundos, estos últimos son conocidos como elevadores del ano. Para poder realizar correctamente su función de cierre de la cavidad abdominal, estos músculos deben tener una disposición especial e  inserciones correctas en los huesos de la pelvis. Todo ello permite cumplir una de sus principales funciones: mantener en una posición adecuada los órganos situados dentro de la pelvis (en el caso de la mujer, vejiga, vagina, útero y recto). Además, aseguran otras funciones muy importantes como la continencia urinaria, la estabilidad lumbar y una ayuda en la etapa expulsiva del parto.
Muchas mujeres no tienen información y desconocen que una disfunción del suelo pélvico influye mucho en su calidad de vida y que hay ciertas actividades que pueden dañarlo.

 

Síntomas del deterioro del suelo pélvico

 


Cuando el tono o la anatomía del suelo pélvico están dañados, pueden aparecer diferentes problemas: descenso de los órganos antes citados por la vagina, lo que se conoce como prolapso (de vejiga, útero y/o recto), incontinencia urinaria o fecal, disfunciones sexuales, dolores de espalda... las principales afectadas por este tipo de problemas son las mujeres que han tenido hijos y son más frecuentes después de la menopausia.
Lo más habitual es que las mujeres tomen conciencia de la importancia del suelo pélvico cuando empiezan a sufrir los primeros síntomas derivados de su fallo, siendo el más común de ellos la incontinencia urinaria.

 

El suelo pélvico mantiene una estrecha relación con el abdomen, el diafragma y la columna lumbar. Cuidar su musculatura es básico para evitar futuras disfunciones. Conocer y saber localizar los músculos del suelo pélvico nos sirve para poder ejercitarlos y es útil de cara a posibles fisioterapias de recuperación en el futuro.
Los consejos o medidas preventivas más importantes incluyen: 

  •  Evitar una actividad física hiperpresiva (ejercicios abdominales, carreras, saltos...)
  •  Control de la evacuación intestinal y la micción (no aguantar mucho las ganas de ir al baño, miccionar de manera no interrumpida y sin esfuerzo...)
  •  Realización correcta de los pujos abdominales, y no sólo durante el parto, sino también para la evacuación intestinal si estreñimiento...
  •  Ejercitar la musculatura del suelo pélvico (ejercicios de Kegel, gimnasia hipopresiva..) y  realizar fisioterapia bien dirigida cuando esté indicada.
  •  Evitar la obesidad.

                                                                                     

Cirugía del suelo pélvico

 

Problemas como la incontinencia urinaria, sentir dolor o incomodidad durante las relaciones sexuales, tener sensación de peso en la vagina son algunos de los problemas que pueden indicar una terapia quirúrgica, especialmente cuando se ve afectada la calidad de vida de la persona.
La cirugía del suelo pélvico en Ginecología es muy eficaz gracias a los avances tecnológicos y puede resolver estos problemas con intervenciones poco invasivas. Operaciones sencillas pueden mejorar de forma sorprendente la calidad de vida de las mujeres. ¿Y en qué consisten?
 
La cirugía más habitual es por vía vaginal, aunque en algunos casos, como en el del prolapso uterino (caída del útero), puede estar indicada una cirugía por laparoscopia, que se realiza por vía abdominal, a través de endoscopia. En algunos casos, como en la incontinencia de orina, pueden emplearse mallas de contención, con resultados espectaculares.


Lo que se pretende es fijar los órganos que han descendido, corrigiendo, de este modo, los problemas derivados del prolapso, como la incontinencia urinaria o anal, el dolor en las relaciones sexuales, etc.
Con el aumento de la esperanza de vida, este tipo de cirugía es cada vez más frecuente. Hasta un 25-30% de la actividad quirúrgica que se realiza hoy día en Ginecología está ligada a la incontinencia urinaria y a los prolapsos de órganos pélvicos. Una intervención de este tipo requiere tiempos de hospitalización mínimo, de unas 12-24 horas para la incontinencia de orina, por ejemplo, y al cabo de una o dos semanas, la paciente puede llevar una vida normal.

Obstetricia y Ginecología