La biopsia de próstata por fusión está cambiando el diagnóstico del cáncer

La biopsia de próstata por fusión está cambiando el diagnóstico del cáncer

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 23/11/2018

El cáncer de próstata se diagnostica mediante una biopsia a través de la cual se examina una muestra del tejido del cuerpo. A veces con esta técnica se puede pasar por alto el cáncer si ninguna de las agujas utilizadas alcanza el tejido afectado, en lo que se conoce como negativo falso. Si el médico sospecha que esto ocurre es posible que sea necesario repetir la biopsia.

La principal técnica para diagnosticar el cáncer de próstata es la biopsia por función con aguja gruesa, a través de la cual se extrae una muestra de tejido del cuerpo y se observa con un microscopio. La prueba dura unos 10 minutos y se puede realizar en el consultorio médico. Los especialistas en Urología afirman que con el fin de reducir el riesgo de infección es probable que se administren antibióticos antes de la biopsia y uno o dos días después.

 

La biopsia del cáncer de próstata por fusión

Los sistemas de fusión están facilitando el diagnóstico del cáncer de próstata al permitir fusionar las imágenes entre la Resonancia Magnética Multiparamétrica y la ecografía transrectal que permiten la orientación de la biopsia. Hasta ahora los urólogos no han sabido utilizar eficazmente esta información a la hora de realizar esta prueba.

 

De esta manera, con la resonancia magnética multiparamétrica se obtienen imágenes de la próstata donde podemos apreciar las zonas de la próstata donde se sospecha que podría haber tumor. Después se introducen estas imágenes en un ecógrafo adaptado que permite marcar las zonas de la próstata que pueden estar afectadas. Finalmente se hace la biopsia, por vía perineal –evitando el recto.

Con esta técnica se consigue aumentar a más del doble la precisión de los resultados finales, y solo se realizan dos pinchazos imprescindibles, dirigidos directamente a la zona que puede estar afectada.

 

Tratamiento del cáncer de próstata

El tratamiento del cáncer de próstata puede acabar con la enfermedad, aunque también puede ser que remita y que pasado un tiempo vuelva a aparecer.

Por el contrario, si el cáncer de próstata no se trata puede extenderse por la sangre y los ganglios linfáticos a otras partes del cuerpo, como por ejemplo, los huesos, la vejiga, el recto, el hígado, los pulmones o el cerebro. Aun así, se calcula que 9 de cada 10 pacientes padecen cáncer localizado de próstata, es decir, que no se extiende.

Aún se desconoce cuál es el mejor tratamiento para el cáncer de próstata localizado; tanto el diagnóstico como los posibles tratamientos dependen de muchos factores. Es por eso que cuando a un hombre se le diagnostica esta patología es evaluado como “de bajo riesgo” o “etapa inicial”, y pasa por un primer período de incertidumbre en el que necesitará información y consejo.

 

Riesgos del tratamiento del cáncer de próstata

  • Si el paciente elige una opción radical tendrá que aceptar la posibilidad de sufrir efectos secundarios que le pueden alterar su calidad de vida, como la disfunción eréctil o la incontinencia urinaria.
  • Por el contrario, eligiendo el enfoque de “vigilancia activa” el paciente debe aceptar vivir con un cáncer de próstata y someterse por un tiempo a exámenes clínicos, biopsias, etc.

El paciente iniciará el tratamiento cuando el urólogo evalúe que el cáncer ha avanzado y que ha llegado el momento de intervenir. Sin embargo, a menudo el paciente no quiere esperar al diagnóstico para iniciar el tratamiento para evitar los efectos secundarios.

Urología