Invisalign VS ortodoncia convencional
La ortodoncia convencional visible, la más conocida por todos, consiste en la colocación de un bracket en cada diente y un alambre que ejercerá la fuerza necesaria para alinear correctamente los dientes. Existen varios tipos: los brackets metálicos, más utilizados en los adolescentes, y los brackets estéticos, que pueden ser de cerámica, resina o zafiro. Estos últimos aportan algo más de discreción al tratamiento de ortodoncia, aunque el alambre sigue siendo visible.
Por otro lado, tenemos la opción de ortodoncia casi invisible o Invisalign. En este caso no se utilizan brackets en cada diente sino que el movimiento se realiza mediante una serie de alineadores transparentes y removibles que se van cambiando cada 15 días. Los alineadores realizan los movimientos apoyándose en unos attaches de composite estético adheridos al diente. Cada alineador lleva la información de 0,25mm de movimiento; es decir, si queremos mover un diente 1mm, necesitaremos cuatro alineadores.
Ventajas y desventajas de Invisalign
La gran ventaja de un tratamiento de Invisalign es la estética y la comodidad a la hora de llevar los alineadores. Además, al ser removible, permite comer sin molestias y mantener una buena higiene oral con facilidad. También evitan la aparición de llagas o heridas durante el tratamiento.
No obstante, la colaboración del paciente con el especialista en Odontología es crucial para el éxito del tratamiento. Para que los movimientos se realicen correctamente es necesario que actúen una media de 22h/día, por lo que solo deberían quitarse para comer.