Hilos tensores, consigue un efecto lifting sin perder la naturalidad del rostro

Hilos tensores, consigue un efecto lifting sin perder la naturalidad del rostro

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 07/06/2019

Los constantes avances en Medicina Estética permiten realizar técnicas cada vez menos invasivas. Pequeñas intervenciones que sin tener que entrar en quirófano consiguen resultados más naturales.

Los hilos tensores faciales son unos filamentos transparentes que pueden ser fijos o reabsorbibles y que poseen unas pequeñas espículas que permiten elevar o corregir los tejidos flácidos faciales. Consiste en introducir bajo la piel, mediante una fina aguja guía diseñada especialmente para este fin, unos hilos de material totalmente compatible con el cuerpo humano quedando anclado en el tejido celular subcutáneo.

Una vez introducidos, se traccionan y se produce una tensión natural del tejido obteniéndose un efecto lifting. Puede aplicarse para levantar los párpados caídos, corregir cejas asimétricas, levantar tejidos flácidos del contorno facial y la zona cervical, reposicionar pómulos caídos y en general tratar el envejecimiento facial.

La forma de colocar los tensores dependerá de la zona a tratar y variará de una persona a otra. Una vez colocados los hilos, el cuerpo generará nuevas estructuras de colágeno que envolverán los hilos y ayudaran a mantener elevado el tejido.

Esta técnica no reemplaza el lifting clásico pero permite un rejuvenecimiento facial sin perder los rasgos naturales del rostro. Es un procedimiento que se puede complementar con otras técnicas de rejuvenecimiento. Se puede combinar con toxina botulínica, rellenos de volumen, peelings o terapias de láser. No contraindica tampoco una futura cirugía facial.

Durante los primeros días puede haber ligera inflamación y pequeñas irregularidades que se resuelven espontáneamente en pocos días. Normalmente, el paciente se puede incorporar enseguida a las actividades normales. El efecto se mantiene durante un periodo de 2 a 4 años, si bien la duración puede variar dependiendo del tipo de hilo, de la edad, de la estructura de los tejidos y del número de hilos utilizados.

La técnica en manos expertas es sencilla, se realiza ambulatoriamente con anestesia local, no deja cicatrices, no requiere ingreso y los resultados son inmediatos.

Medicina Estética