Enfermedades alérgicas más comunes en la infancia

Enfermedades alérgicas más comunes en la infancia

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 10/06/2019

El número de niños con trastornos alérgicos está aumentando en Europa. 

 

Principales enfermedades alérgicas en niños

Los alergólogos hablamos de "la marcha alérgica" para designar la evolución que suelen padecer los niños atópicos a lo largo de su vida. Los niños atópicos son aquellos que tienen predisposición genética a sufrir enfermedades alérgicas. Mencionaremos, en orden cronológico, los problemas que suelen plantear estos niños atópicos, aunque una enfermedad alérgica puede iniciarse en cualquier momento de la vida, sin que el paciente haya manifestado hasta entonces ningún signo.

 


Primer año

Muchos niños atópicos manifiestan síntomas alérgicos desde los primeros meses (incluso días de vida) si se sensibilizan a los alimentos que ingieren. La alergia a alimentos, en los bebés de pocos meses, puede provocar las siguientes manifestaciones:
A nivel digestivo: cólicos intestinales, vómitos, diarrea, malabsorción de alimentos, que puede conducir a retraso en el crecimiento.

A nivel de la piel:
-    Urticaria: lesiones con aspecto de habones o ronchas, generalmente de aparición súbita, de tamaño variable y relativamente bien delimitadas, que pueden afectar a cualquier punto del cuerpo. Se acompañan de intenso prurito (picor cutáneo). 
-    Angioedema: hinchazón y edema de la piel, en especial de las partes blandas: párpados, pabellones auriculares, labios, etc.
-    Dermatitis Atópica o Eczema atópico: niños con picor muy intenso en la piel que les lleva a rascarse compulsivamente, pudiendo provocarse arañazos y heridas. La manifestación clínica principal es el eczema: zonas de la piel enrojecidas sobre las que aparecen pequeñas ampollitas que, al romperse, liberan un líquido (exudación) que favorece la formación de costras. La localización del eczema varía con la edad, afectando en los lactantes a la cara y la superficie de brazos y piernas. En los niños más mayores tienden a localizarse en flexuras de codos y rodillas.

Los niños que padecen dermatitis atópica tienen alteraciones genéticas que se traduce en una piel delicada, fácilmente irritable que responde de modo exagerado.Los alimentos a los que más se hacen alérgicos los niños de esta edad son: leche de vaca, huevo, cereales y frutas, que son los alimentos más empleados en la alimentación de los bebés. En la mayor parte de las ocasiones estos niños llegan a tolerar completamente el alimento si, una vez conocido el alimento responsable, se realiza una dieta exenta de dicho alimento, pero no sucede en todos los casos. Se debe ser muy cuidadoso con la reintroducción de los alimentos eliminados y siempre debe hacerse bajo indicación y control del alergólogo. Además, estos pacientes, en el futuro, pueden sensibilizarse a otro tipo de alérgenos y llegar a padecer enfermedades alérgicas respiratorias como asma o rinitis, por lo que debe vigilarse su evolución.

 

Primer a quinto año de vida:
A esta edad suelen presentarse las llamadas Bronquitis Obstructivas o Asma infantil no alérgico. Muchos niños atópicos, debido a la reactividad exagerada de su piel y, así como otros niños no atópicos que hayan sufrido durante los primeros meses de vida un daño en la mucosa bronquial por diversas causas (humo de tabaco, prematuridad, necesidad de tratamiento con oxígeno, bronquiolitis...) pueden presentar a lo durante los 4-5 primeros años de vida episodios de dificultad respiratoria (fatiga y sensación de ahogo) que suele acompañarse de ruidos en el pecho, coincidiendo con infecciones víricas o episodios catarrales, por lo que suele acompañarse de fiebre.

Algunos médicos llaman a estos episodios bronquitis obstructivas o bronquitis espásticas. Otros, en cambio, les llaman asma bronquial no alérgica. Lo importante es conocer que, aunque es angustioso, por lo general no suelen ser problemas alérgicos y suelen evolucionar hacia la remisión espontánea (curación) alrededor de los 5-6 años. Si el niño no se hace alérgico este tipo de cuadros no vuelven a repetirse. Esta evolución favorable suele darse en el 80% de los casos. Si el niño se hace alérgico tendrá peor pronóstico y, a veces, tras una mejoría parcial, sus bronquitis obstructivas evolucionan, frecuentemente, hacia un asma o rinitis alérgica.

Sexto a décimo año de vida:

A esta edad suelen iniciarse, típicamente, las enfermedades alérgicas de las vías respiratorias: 
•    Rinitis Alérgica: Es la más frecuente de las enfermedades alérgicas y puede estar presente en más del 10% de los niños en edad escolar. Es una inflamación de la mucosa nasal que se engruesa y produce:
-    Obstrucción nasal: el aire ve dificultado su paso produciéndose una sensación muy molesta que obliga a respirar por la boca. 
-    Secreción de líquido y moco que destila por los orificios nasales y obliga al uso de infinidad de pañuelos. 
-    Estornudos: Series de varios estornudos seguidos 
-    Prurito Nasal: Picor intenso a nivel de los orificios nasales, que obliga repetidamente a restregarse la nariz. El picor puede extenderse a la garganta, al paladar, y también a los ojos y oídos.

Si el niño se ha hecho alérgico a alérgenos que están siempre presentes en su ambiente (ácaros del polvo doméstico, mohos, pelo de animales, etc.) padecerá esos síntomas a lo largo de todo el año (Rinitis Perenne). Si se hace alérgico a pólenes padecerán los síntomas solo en épocas de polinización (Rinitis Estacionales), diferentes según los pólenes.

Las rinitis alérgicas pueden mantenerse durante muchos años con escasa trascendencia clínica, pero rara vez se produce mejoría espontánea y dejadas evolucionar, sin adecuado tratamiento, suelen evolucionar hacia Asma bronquial. 

•    Asma Bronquial. El asma bronquial es una situación caracterizada por episodios transitorios (reversibles) de estrechamiento de la vía aérea, lo cual obstruye el paso normal de aire hacia los alveolos pulmonares. Se manifiesta como Accesos (Crisis) de dificultad respiratoria (fatiga o sensación de ahogo) que se acompaña de tos y ruidos en el pecho (pitos y silbidos). No suele acompañarse de fiebre. Es una enfermedad relativamente frecuente y se calcula que la padece el 5% de los niños en edad escolar. 

No todos los niños asmáticos son alérgicos pero la alergia es la causa de la mayoría de los casos de asma. Más de tres cuartas partes de personas asmáticas padecen alguna alergia. Dejado a su evolución espontánea los niños con asma alérgica no suelen mejorar sino que experimentan empeoramiento progresivo. Sin embargo, con correcto diagnóstico y adecuado tratamiento, la mayoría de casos se controlan y pueden realizar una vida laboral y deportiva completamente normal e incluso en un porcentaje importante se consiguen remisiones de su sintomatología durante años o de modo definitivo.

Diez años en adelante:

Además de las enfermedades mencionadas el paciente atópico puede desarrollar en cualquier momento de su vida sensibilización a algún alimento nuevo o a algún fármaco, que le puede provocar reacciones urticariales y/o angioedema. A diferencia de la alergia a alimentos que se producía en los primeros meses de vida, los niños que se sensibilizan a alimentos en edades posteriores suelen hacerlo con más frecuencia a fruta, verdura, pescado, marisco, frutos secos, etc. Mejoran de sus síntomas con dietas de exclusión del alimento pero rara vez se hacen tolerantes. 

Dos situaciones alérgicas poco frecuentes en niños pero que, cuando se produce puede ser muy grave, son la alergia a fármacos y la alergia a picadura de abeja o avispa. Ante la sospecha de ambas debe realizarse un estudio alérgico urgente. Ambos tipos de alergia suelen dar manifestaciones clínicas bastante alarmantes que los médicos llamamos anafilaxia o shock anafiláctico:
-    Urticaria generalizada fuera del lugar de la picadura, en caso de picadura de insecto
-    Síntomas respiratorios: estornudos, tos, pitos, dificultad para respirar
-    Pérdida de conciencia 

En dichos casos debe consultarse urgentemente con un alergólogo. Una nueva administración del fármaco o una nueva picadura en un niño alérgico puede llegar a provocar incluso la muerte, algo que se puede evitar, en la mayoría de las ocasiones, con una vacuna antialérgica.