En qué consiste EPI, el protocolo de Electrolisis Percutánea Intratisular
La Electrolisis Percutánea Intratisular, más conocida como EPI, es una técnica mínimamente invasiva que consiste en la introducción de una corriente galvánica en un tejido que haya sufrido una lesión mediante una aguja de acupuntura. Con ello se consigue una reacción electroquímica que pone en marcha una serie de mecanismos que remodelan y regeneran el tejido patológico.
En qué patologías puede aplicarse el tratamiento EPI
Este tratamiento se aplica a:
- Tendinopatías
- Roturas musculares
- Tendinitis
- Tendinosis
Normalmente se realiza en una sesión semanal de 30 minutos y los tratamientos pueden durar entre 3 a 5 semanas.
Protocolo del tratamiento EPI
Para aplicar el tratamiento EPI el fisioterapeuta tiene que seguir un protocolo que permita evaluar al paciente y la zona a tratar, empezando con una ecografía exploratoria que permita ver a tiempo real el estado del paciente.
El protocolo a seguir en la aplicación del tratamiento EPI es el siguiente:
- Se empieza por una Crioterapia, que dura entre 10 y 15 minutos, y que consiste en un chorro de aire frío que crea un efecto analgésico para que la punción sea lo menos dolorosa posible.
- Se procede a una ecografía, con la que se valora y localiza la patología en cuestión. Entonces se procede a hacer la punción para poder aplicar EPI, en el que durante 10 minutos se hacen varias punciones de tres segundos cada una. Se puede dar algún caso en el que haga falta complementar el tratamiento EPI con homeopatía.
- Posteriormente se aplica un láser de alta potencia (Laser-K) o UHF durante 10 minutos en la zona que se ha tratado con EPI.
Es importante que el paciente aprenda diferentes ejercicios excéntricos que le permitan trabajar la zona. Es posible que al paciente se le estudie el estado nutricional y, si es necesario, se le darán indicaciones para mejorar su nutrición.