El tratamiento con células madre

A día de hoy, nos encontramos en una era de avances continuos en el mundo tecnológico para mejorar nuestra calidad de vida, y una vez más, la medicina nos regala nuevas fronteras para ofrecer lo último, lo mejor… Así, una de las técnicas menos conocida es el tratamiento con células madre. Estas células se extraen de manera mínimamente invasiva para reparar aquellos tejidos dañados.

 

¿En qué consiste el tratamiento con células madre?

Mediante la extracción de grasa del abdomen de manera ambulatoria, con anestesia local, sin dolor, y su posterior proceso de separación, se obtiene un concentrado rico en células pluripoteniales. Estas células son capaces de regenerar y diferenciarse en aquel tejido, ya sea hueso, cartílago, músculo o tendón, reparando, regenerando y, por lo tanto, curando dolencias que, anteriormente nos limitaban y retiraban de las prácticas deportivas o actividades saludables.

Dolencias como condropatías, artrosis, roturas tendinosas, epicondilitis o fascitis plantar, entre otras, se pueden tratar sin diferencia de edad y mediante la infiltración de estas células en la zona dañada. Así, al tratarse de una operación ambulatoria, no nos impide mantener nuestra actividad diaria, laboral, o incluso la práctica deportiva durante el tiempo estimado para una completa recuperación, generalmente entre dos y tres meses.

¿Cómo se aplican las células madre? ¿Cuáles son las ventajas de este tratamiento?

El proceso es muy básico y es totalmente seguro. Además, ofrece resultados comprobadamente eficaces, sin la necesidad de someterse a cirugías no satisfactorias. A día de hoy, la extracción de las células en el mismo paciente es la única manera de poder aplicarlas, ya que son individuales y propia de cada persona, sin poder obtenerlas, ni a través de medicamentos, pastillas o ni de otro familiar.

Este tratamiento está considerado como una práctica atractiva por varias razones, entre ellas su facilidad para aplicarlo por parte del especialista, su seguridad y, sobre todo, por no existir contraindicaciones. Además, en relación a la cirugía tradicional, no resulta un tratamiento caro.

Así, los profesionales se enfrentan cada día al reto de utilizar las células madre y de lograr un mejor procesamiento que permita a los médicos ofrecer a los pacientes un tratamiento cada vez más práctico, cómodo, seguro y útil para su salud.

Para más información, consultar con un experto en Traumatología.