El cáncer oral: diagnóstico, causas y tratamiento

El cáncer oral puede manifestarse en cualquier parte de la boca y su aparición es poco frecuente. Su diagnóstico suele ser fácil ya que suele ser visible y, en la mayoría de casos, se manifiesta en forma de úlceras.

Los expertos afirman que el cáncer oral es una variante poco frecuente que puede aparecer en cualquier parte de la cavidad bucal: lengua o debajo de ésta, paladar, mejillas, encías, labios u otras zonas.

 

Diagnóstico del cáncer oral

Este tipo de cáncer presenta una particularidad respecto a otros cánceres que aparecen en otros órganos y es que en la mayoría de casos es visible. Esto facilita el trabajo, puesto que no son necesarias pruebas especiales ni complejas exploraciones. Su diagnóstico, por lo tanto, se realiza únicamente con abrir la boca. Esto debería obligar al paciente a acudir con el problema al especialista en Cirugía Maxilofacial en estadios muy precoces, pero en ocasiones, por miedo u otros factores, no ocurre así.

 

Síntomas del cáncer oral

Lo primero que nota el paciente es un dolor que, generalmente, se acompaña de una úlcera permanente que crece progresivamente. En otras ocasiones, la primera manifestación es un bulto o hinchazón, que persiste y va a más.

Todo paciente con hinchazón o que presente una ulceración en forma de úlcera bucal que no desaparece en un plazo de 15 días y que, por el contrario, aumenta de tamaño, debe consultar con un especialista.

 

Causas del cáncer oral

Como ocurre con otros cánceres, no existe una causa clara, pero sí es cierto que, en nuestra sociedad, se suele asociar con el consumo de alcohol o el hábito de fumar. En la actualidad, también se considera como causa el virus del papiloma. No obstante, son muchos los pacientes en los que no se puede precisar una causa evidente.

 

Tratamientos del cáncer oral

Los tratamientos dependen de la localización y extensión del tumor. Van desde pequeñas intervenciones, en los casos más favorables, hasta complejos procesos quirúrgicos, que en ocasiones requieren intervenciones de más de ocho horas, tras los que hay que asociar radioterapia y quimioterapia.

Como en todos los casos, es mejor prevenir. Basta con abrir la boca. 

 

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