Desarrollo de las piernas en los niños

Desarrollo de las piernas en los niños

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 20/04/2019

Los niños van desarrollando la postura de sus piernas a lo largo de sus primeros años, pero hay que saber cuándo está dentro de la normalidad y cuando hay que acudir a un experto. Para ello hay que definir lo que llamamos patrón angular, entendido como el aspecto que presentan las extremidades inferiores de los niños al mirarlas desde delante cuando los observamos de pie con las piernas juntas.

Dentro de esa postura nos referimos a rodillas varas o "genu varo" cuando los tobillos se tocan, las rodillas están separadas entre sí y las piernas están arqueadas hacia afuera. El término de rodillas valgas o "genu valgo" es denominado cuando las rodillas se tocan, los tobillos están separados entre sí y las piernas tienen una disposición en X.

Existe gran variabilidad personal en el patrón angular que va cambiando a medida que el niño se desarrolla. De forma natural se producen las siguientes situaciones (imagen):

Nacimiento: existe un genu varo normal (hasta 15 grados de media).

Hasta los 2 años: pérdida del genu varo hasta quedar las piernas totalmente alineadas.

Hasta los 3-4 años: un genu valgo progresivo (hasta 11 grados de media).

Hasta los 7 años: realineación con pérdida de parte del valgo.

La situación final anatómica es de un genu valgo moderado de unos 7 grados de media, con una variación de un baremo de10 grados, por lo que es normal encontrar desde un varo leve hasta un valgo moderado.

La exploración

Si el arqueamiento de las piernas es normal o no, es una valoración que debe realizar un especialista en ortopedia pediátrica mediante una exploración adecuada de las extremidades del niño.

En primer lugar,  puede medirse la distancia que separa los tobillos en el genu valgo o las rodillas en el genu varo. En esta exploración se debe considerar por fuera del límite normal la separación de rodillas por encima de 6 cm o la separación de tobillos por encima de 8 cm. En segundo lugar, se debe explorar el eje de carga de la pierna. Para ello se coloca una cinta desde la cadera hasta el segundo dedo del pie y se comprueba si queda comprendida en la rodilla.

En este caso, se está fuera del límite normal cuando el eje de carga queda externo o interno a la rodilla. En la exploración debe tenerse en cuenta que el aspecto clínico suele empeorar cuando el niño está de pie respecto a cuándo está estirado en la camilla, también hay que saber que la flexión de rodilla aumenta el aspecto de genu varo y la extensión de rodilla aumenta el aspecto de genu valgo. Además, el especialista debe tener en cuenta que las alteraciones en el patrón rotacional modifican el aspecto angular.

Al examinar las piernas de perfil éstas deben estar alineadas y deben poder hacer una extensión completa de la rodilla. Sin embargo, es posible realizar una extensión hacia adelante de la rodilla más allá de lo normal. Esto recibe el nombre de "recurvatum" de rodilla, esto es frecuente en el niño pequeño -y especialmente en el sexo femenino-  debido a la gran elasticidad de sus tejidos y articulaciones. Pero ya no es normal que el movimiento hacia adelante supere los 20 grados. De la misma forma, tampoco es normal no poder estirar completamente la rodilla.

Cuándo acudir al especialista

Hasta ahora el proceso de desarrollo explicado es habitual y puede conllevar que el niño sea más torpe y se caiga durante este proceso de cambio, por lo que no debemos preocuparnos.  Sí hay que alertarse  y acudir a un especialista cuando exista:

1. Una separación de las rodillas superior a los 6 cm cuando los tobillos están juntos.

2. Una separación de los tobillos superior a los 8 cm cuando las rodillas están juntas.

3. Si la rodilla no consigue una extensión completa.

4. Si la rodilla extiende más de 20 grados hacia adelante.

5. Cuando existe una asimetría marcada entre una pierna y otra.