Cuándo se produce la alergia a los animales y cómo tratarla

Cuándo se produce la alergia a los animales y cómo tratarla

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 23/11/2018

 

Síntomas de la alergia a animales

 

En las personas con alergia a animales, al respirar las partículas que le provocan alergia, muestran síntomas relacionados con la rinoconjuntivitis e incluso asma. Asimismo, la exposición continuada al animal puede aumentar la gravedad del asma ante el frío o el ejercicio. Asimismo, el contacto con el pelo, la caspa o la saliva ocasiona picor, habones en la zona de contacto de la piel o en los párpados, por el hecho de rascarse los ojos.

También puede haber reacciones alérgicas graves, como la anafilaxia, a causa de mordeduras de roedores, o mediante heridas o pinchazos con jeringuillas contaminadas con productos animales.

 


Tratamiento de la alergia a los animales 

 

En Alergología, el tratamiento de elección para un paciente alérgico a animales es evitar el contacto directo. Sin embargo, en muchos casos hay lazos afectivos que impiden evitar al animal. También hay obligaciones laborales, como las que se han mencionado anteriormente, que también lo impiden. 

Asimismo, se debe llevar a cabo una limpieza exhaustiva del hogar o de los lugares donde haya animales, así como de los muebles tapizados, las alfombras u otros tejidos, ya que los alérgenos de la caspa pueden permanecer en la vivienda en concentraciones elevadas mucho tiempo después.

                                                                          

Por otra parte, es peor una exposición mantenida que una exposición intermitente. Los familiares y amigos con animales deben conocer los síntomas y la alergia del paciente y evitar llevar el animal a casa de este.

En la medida de lo posible debería evitarse la exposición indirecta a los animales. Asimismo, en los colegios, si hay alumnos con alergia a animales, debería suprimirse la presencia de animales en las clases y se podría recomendar al resto de alumnos con mascotas en casa que llevaran ropa que no haya estado en contacto. Si las personas que conviven con el paciente trabajan con animales o han estado en contacto con ellos, deberían ducharse y cambiarse de ropa antes de volver a casa, ya que, como se ha citado anteriormente, las partículas vuelan y se adhieren a la ropa y el cabello.

 

Cómo actuar si no es posible evitar el contacto directo con el animal

 

Si el paciente decide no retirar la mascota del hogar, por el gran apego que siente hacia él, se pueden aconsejar una serie de medidas para disminuir la cantidad de alérgenos que produce el animal:

  • Evitar tocar mucho al animal y lavarse las manos después de hacerlo.
  • No permitir que el animal acceda al dormitorio.
  • Limpiar regularmente las camas y cojines de los animales, así como ubicarlos en zonas donde el paciente alérgico acuda menos.
  • Evitar que los animales se sienten en sofás y zonas habituales de estancia del paciente.
  • Ventilar la vivienda a menudo. También pueden utilizarse sistemas de purificación del aire.
  • Limpiar minuciosamente la vivienda con aspiradores con filtros HEPA, sobre todo colchones, almohadas, muebles tapizados y cortinas, tejidos donde se depositan más los alérgenos de animales.
  • Limpiar a los gatos y perros con más frecuencia de lo habitual, para reducir la cantidad de alérgeno acumulado en la caspa, y aplicar sustancias que arrastren las escamas sueltas. Es preferible que este proceso lo realice una persona no alérgica.
  • Lavar la ropa que haya estado en contacto con el animal.
  • Pasarle al animal, de dos a cuatro veces por semana, una toalla húmeda.

Dichas medidas reducen la cantidad de alérgenos, pero no eliminan todos los síntomas. En casos en que los síntomas persistan y el paciente esté expuesto de forma habitual al animal al que se es alérgico, se valoraría la posibilidad de administrar inmunoterapia.