Escrito por: La redacción de Top Doctors
Las prótesis mamarias anatómicas "en forma de gota" no son nuevas. Existen desde hace más de 25 años, pero poco a poco han ido ganando más adeptos entre los cirujanos y siendo más conocidas y demandadas por las pacientes que acuden a nuestras consultas. El Dr. Fernández Conti, experto en Cirugía Plástica, habla de los beneficios que tienen las prótesis mamarias anatómicas.
Ventajas de las prótesis mamarias anatómicas
Entre sus ventajas sobre los tradicionales implantes mamarios redondos destaca, sobre todo, la naturalidad de los resultados. Tras una cirugía bien realizada es casi imposible encontrar en las mamas rasgos que nos puedan hacer sospechar una intervención estética. Esto es poco frecuente con prótesis redondas, ya que tienden a producir mamas separadas y con un borde superior marcado y más artificial.
Otra importante ventaja concierne a su durabilidad, ya que son más resistentes a la ruptura que las redondas debido a la gran densidad del gel que las rellena.
Desventajas de las prótesis mamarias anatómicas
Su única desventaja frente a las redondas estriba en la posibilidad de una rotación que alteraría la forma de la mama en el postoperatorio inmediato lo que obligaría, de producirse, a una nueva intervención para recolocar el implante. Pero con una operación correcta (que requiere más destreza técnica que para las prótesis tradicionales) y un postoperatorio adecuado, esta posibilidad es remota y sobradamente compensada por sus ventajas.
Tratamiento personalizado con las prótesis mamarias anatómicas
Por otro lado, la gran variedad de formas existentes para cada volumen nos permite conseguir de forma muy precisa el resultado deseado en cada caso concreto. Es decir, la paciente elige su objetivo ideal, aportando fotos representativas en el momento de la consulta prequirúrgica (con matizaciones o consejos del cirujano) y el cirujano elige la prótesis que más se va a acercar al resultado ideal.
En qué consiste la intervención y el postoperatorio de las prótesis mamarias anatómicas
La intervención se debe realizar siempre bajo anestesia general y las pacientes son, en su gran mayoría, dadas de alta esa misma tarde. El alta se hace sin vendajes ni drenajes, pero vistiendo un sujetador especial que deberán llevar durante dos semanas.
El postoperatorio también ha cambiado mucho en estos últimos años, debido una serie de innovaciones técnicas y avances durante la cirugía. Ha pasado de ser realmente doloroso y con una baja laboral prolongada a ocasionar solo molestias leves. Ahora se ha conseguido que la paciente pueda conducir a los dos días y volver al trabajo (salvo que éste sea físicamente muy exigente) a los 4 días en todos los casos.